Todas las personas somos seres ocupacionales, lo que varía el potencial de las diferentes individualidades ocupacionales es el resultado de nuestra genética heredada y la expresión y ejecución de la ocupación aprendida y modificada por el ecosistema y ambiente sociocultural donde vivimos.
En diciembre de 2006 en la ciudad de Nueva York, se aprueba la Convención de Derechos de las Personas con Discapacidad. Supone la visibilidad de estos ciudadanos dentro del sistema de protección de las Naciones Unidas, la asunción de la discapacidad, como una cuestión de derechos humanos y el contar con una herramienta jurídica, vinculante a la hora de hacer valer los derechos de estas personas.

Póster presentado desde el grupo de trabajo de Terapia Ocupacional en el congreso de la AEN.