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Personas sin hogar y trastorno mental grave: experiencia del ETAC de Gran Canaria

española, al igual que recoge el Instituto Nacional de Esta-     vivienda insegura, falta de apoyos sociofamiliares o apoyos
dística (8).                                                     disfuncionales, etc.). El cuadro se complica con rasgos de
                                                                 personalidad disfuncionales o déficits cognitivos más o me-
A pesar de la contundencia de los datos, especialmente en        nos groseros y limitantes para su funcionamiento psicoso-
nuestra Comunidad Autónoma, las personas sin hogar si-           cial en la comunidad, y una inercia hacia la marginalidad y
guen siendo invisibles y suelen quedar excluidas de la aten-     la exclusión social. La inestabilidad clínica y vital persistente
ción sanitaria aun teniendo mayor carga de problemas de          motiva reingresos en Unidades de Agudos, desvinculación
salud, siendo casi los únicos contactos con los servicios de     de los servicios ambulatorios y complicaciones sociolega-
urgencias hospitalarios. Las cifras se suelen infraestimar       les. Apostamos por una perspectiva específica de género
por las dificultades a la hora de identificar a esta población:  y la priorización de su abordaje, teniendo en cuenta la so-
itinerante, de difícil localización, falta de un sistema común   breexposición a situaciones de desprotección y que gene-
para la recogida de datos entre los diferentes programas,        ralmente requieren una gestión del caso exhaustiva para la
programas más orientados a la atención inmediata que a           formulación y ordenación del mismo.
la investigación, etc.
                                                                 Igual que el resto de los recursos sanitarios el ETAC se en-
3. LIMITACIONES EN LA ATENCIÓN                                   frenta a una población cada vez más envejecida y con ma-
                                                                 yores necesidades. Es sabido que las personas con TMG
En nuestros casi veinte años de trayectoria, por la expe-        envejecen antes y con una peor calidad de vida, incluso
riencia adquirida, el conocimiento técnico aprendido, el         tienen una esperanza de vida más corta. Sin embargo, los
intercambio con compañeros en este campo, el trabajo en          avances en los tratamientos, la farmacología, la mejoría de
equipo con diversos profesionales y, cómo no, con nues-          los cuidados y el trabajo en la prevención y la promoción de
tros propios usuarios, podríamos decir que tenemos un            la salud han tenido un impacto en el aumento en la espe-
importante bagaje acumulado de impresiones y reflexio-           ranza de vida de los usuarios. La vejez y sus requerimientos
nes sobre el abordaje de PSH con TMG. Ciertamente en la          de salud y cuidados hacen más vulnerable aún a las per-
evolución particular de nuestro equipo desde que se creó         sonas sin hogar, ya que nos encontramos con dificultades
en 2005 y luego se reformó en 2010 para asimilar la meto-        para poder brindar dichos cuidados. Es un debate presente
dología importada del Modelo TAC de Avilés (9), pionero en       en nuestro equipo, la consideración de la edad como cri-
España, ha habido sucesivos ajustes, fruto de la adaptación      terio de exclusión a la hora de valorar un caso nuevo. Por
a nuestro entorno, recursos y población. Ciertos temas se        otra parte, es una realidad del día a día la presencia de
debaten cíclicamente en los pasillos, en el trayecto a la si-    forma natural de pacientes que envejecen en el cupo de
guiente visita y en la reunión de equipo. Nos parece intere-     seguimiento de larga data del equipo y se les acompaña en
sante aprovechar este espacio de reflexión para compartir-       ese proceso. Ya existen equipos que han retirado el límite
las con ustedes y dar pie a la discusión.                        superior de edad de sus criterios de derivación, con expe-
                                                                 riencias favorables en la atención de personas mayores por
3.1. Nuevos perfiles                                             equipos TAC (10) y resultados equiparables al TAC habitual,
                                                                 y con un especial énfasis en la labor de coordinación con
Cuando aumentamos la dotación de personal y nuestro              otros recursos y acompañamiento.
trabajo se difundió entre los profesionales de la red de
Salud Mental, la demanda asistencial se incrementó expo-         La exclusión edadista está presente en todos los ámbitos
nencialmente, especialmente desde las USM, y no siempre          de la sociedad y también a la hora de acceder a algunos
teniendo en cuenta el perfil más necesitado y beneficiario       recursos sociales y sanitarios. Los recursos rehabilitadores
de nuestro abordaje. Han llegado casos complejos y com-          normalmente excluyen a las personas mayores por siste-
plicados, cronificados, que generalmente habían quemado          ma. Por otra parte, muchos recursos concertados y geriá-
ya todo tipo de recursos, desvinculados más por una cues-        tricos no aceptan personas con diagnósticos de trastorno
tión de negativa al tratamiento desde la falta de conciencia     mental grave. Así pues los usuarios de salud mental que
de enfermedad que a una inaccesibilidad por déficit de           avanzan en edad pueden encontrarse en tierra de nadie,
soporte básico o competencias. Nuestros esfuerzos han            sin poder acceder a un recurso que pueda dar soporte a
tenido que centrarse entonces en negociar un término             sus necesidades sociosanitarias y de salud mental.
medio entre las necesidades del sistema, el beneficio uni-
versal de una atención multidisciplinar intensiva, flexible      3.2. Disponibilidad y accesibilidad a los recursos
y sumamente individualizada, y poner el foco de vuelta
en el colectivo más prioritario, las PSH que generalmente        Existen barreras para el establecimiento de una alianza de
son invisibles a los servicios sanitarios y que son principal-   trabajo con nuestro usuarios así como para el propio se-
mente asistidas por servicios sociales y el tercer sector. De    guimiento. Hay barreras intrínsecas, como las derivadas
favorecer la accesibilidad surgieron convenios por los que,      de la propia psicopatología de los pacientes como déficit
al menos en la capital y siempre agotando los cauces es-         cognitivos, desorganización, anosognosia, desconfianza
tandarizados, se aceptan las derivaciones directamente de        paranoide, autoaislamiento y otras condiciones que limitan
determinados recursos para PSH. Así, hoy día atendemos           la demanda de ayuda, y otros factores propios de la exclu-
a una muestra muy heterogénea de usuarios, con perfiles          sión social crónica, como el estilo de vida marginal, consu-
clínicos y sociales complejos y funcionalmente muy diver-        mo de tóxicos o la alta movilidad, al tratarse habitualmente
sos, con diferentes necesidades, objetivos rehabilitadores y     de usuarios muy itinerantes, que van buscando cubrir sus
nivel de enganche variable.                                      necesidades de recurso en recurso, saltando entre zonas
                                                                 básicas de salud, con ingresos en diferentes hospitales. A
Un perfil de usuario cuya incidencia parece aumentar             estas barreras intrínsecas se les superponen barreras ex-
año tras año y que nos preocupa particularmente por su           trínsecas, relacionadas con los proveedores de servicios,
complejidad de manejo a nivel individual, del equipo y de        empezando por la escasez de recursos ante una creciente
la propia red sociosanitaria de servicios, es el de la mujer     demanda tanto de problemas de exclusión social como de
joven con patología dual y múltiples indicadores de riesgo       salud mental. Aparte de la escasez generalizada, la ausen-
social (violencia de género, prostitución, situación de calle o  cia de recursos especializados para personas con TMG en

                                                                 Rehabilitación Psicosocial - Volumen 18 nº 2 - Julio-Diciembre 2022  75
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