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Personas sin hogar y trastorno mental grave: experiencia del ETAC de Gran Canaria

situación de exclusión social es algo conocido: los recursos            en consultas médicas o ingresos hospitalarios necesarios
de salud mental, especialmente los recursos hospitalarios,              por cuestiones clínicas pero que en un primer momento se
miran recelosos los ingresos de PSH por las obvias dificul-             desestiman por las cuestiones sociales. Esta misma situa-
tades en el momento del alta hospitalaria; paralelamente,               ción ocurre en los recursos sociales, donde en ocasiones
las plazas en albergues o alternativas alojativas de baja exi-          se les imponen condiciones difícilmente asequibles o di-
gencia a cargo de la beneficencia, suelen mostrar reservas              rectamente se procede a la desestimación de la entrada al
para acoger a personas con TMG, sobre todo cuando los                   recurso, teniendo que incorporarse finalmente a recursos
problemas psicopatológicos arriba mencionados se ha-                    precarios, que lejos de favorecer la integración, perpetúan
cen más evidentes. Todo esto, en una desastrosa sinergia                la marginalidad y la exclusión social.
y puede llevar a una espiral descendente en la interacción
TMG-exclusión social que complica eventualmente la posi-                Por otra parte, observamos cómo la permanencia en el
bilidad de acceder a una mínima estructura que contenga,                ETAC de ciertos usuarios complejos (o nuestra “perseveran-
soporte y facilite el tratamiento y los apoyos que requiere la          cia terapéutica”) llega a derivar en un estancamiento y una
persona para su estabilización clínica y mejoría de la calidad          dinámica disfuncional para conseguir que se mantengan
de vida.                                                                en la comunidad (11). Este afán desgasta al equipo, consu-
                                                                        me recursos con escasos resultados (in-justicia distributiva)
En el día a día se hace evidente el funcionamiento mecáni-              y lo que es más preocupante, suscita debates éticos sobre
co (aún más con las tele-medidas post-COVID), poco acce-                la posible yatrogenia, ya que estos pacientes se vuelven in-
sible y poco adaptado a la diversidad funcional de muchos               visibles para el resto de recursos por estar “en seguimiento”
servicios públicos, o cómo chirrían los engranajes de un sis-           por el ETAC, equipo que a su vez ve limitada su atención a
tema socio-sanitario fragmentado, formado por múltiples                 acciones tipo “apagar fuegos”.
dispositivos que funcionan como compartimentos estan-
cos, con muchos puntos de no retorno, callejones sin salida             Cabría reflexionar sobre cómo podemos mejorar esto, por-
y puertas giratorias, sin comunicación entre ellos.                     que aunque propugnamos un modelo holístico biopsicoso-
                                                                        cial, integrado e insertivo, garantista de los derechos huma-
La burocratización de los procesos administrativos y sani-              nos y la dignidad, a favor de la recuperación, ciertamente
tarios, que constituyen un laberinto difícil de seguir hasta            parece que el resultado es la perpetuidad de la exclusión
para los ciudadanos de a pie que trabajamos en ello, se                 social. Desde luego, queda mucho camino por delante. En
torna difícilmente superable para estas personas. Con                   este sentido, han ido surgiendo alternativas adaptadas,
frecuencia tropezamos con el problema de las paradojas                  más congruentes y esperanzadoras que convendría estu-
administrativas, como cuando la concesión de un recur-                  diar y difundir. Por ejemplo, el Housing First, que se basa en
so necesario (un alojamiento o prestación económica de                  la provisión de vivienda segura sin más compromiso para el
emergencia, por ejemplo) pasa por trámites como el em-                  usuario que el de las mínimas normas convivenciales y de
padronamiento simbólico de una persona que realmente                    supervisión o seguimiento (12).
está viviendo en la calle. Otro bloqueo habitual lo encontra-
mos en el estancamiento del proceso de inserción laboral                3.4. Coordinación con la red de salud mental y con los
de un usuario estabilizado y recuperado, al que se haya                 servicios sociales
conseguido regularizar en base a un permiso de residencia
otorgado con carácter excepcional por razones humanita-                 Las PSH suelen organizar su itinerario en torno a las orga-
rias (por enfermedad sobrevenida).                                      nizaciones que les brindan las necesidades básicas (techo,
                                                                        alimentos, aseo…) o bien rutinas que les facilitan obtenerlas
Para navegar hasta buen puerto en muchas de estas situa-                (mendicidad). Es así que el equipo que se quiera acercar a
ciones es fundamental una actitud proactiva, colaborativa y             ellas deberá conocer estrechamente estas rutinas y des-
flexible de todos los profesionales implicados en el acom-              plazarse al lugar y hora donde se llevan a cabo. A menudo
pañamiento del caso y un asesoramiento social y legal ri-               nos encontramos con una red socio-familiar deteriorada o
guroso que permita trazar una hoja de ruta que organice                 inexistente, al no haber vínculos familiares preservados, ni
una situación enmarañada, confusa y muchas veces des-                   hogar, ni actividad laboral, ni ocio estructurado. Es así que
esperante.                                                              las organizaciones que están interviniendo con la persona
                                                                        suelen ser parte importante de su sistema, el vínculo con
3.3. Estigma de los recursos sociales y sanitarios                      la sociedad y la comunidad. Aportan accesibilidad (para el
                                                                        usuario y para nosotros al usuario). La coordinación con
A pesar de los numerosos avances en nuestra sociedad                    tales organizaciones será fundamental para identificar los
en derechos, conocimientos, tecnología, etc., es llamativo              casos, para la obtención de información así como a la hora
cómo el estigma persiste impasible, cómo los diferentes                 de intervenir. En esta dirección se hace necesaria la exis-
estereotipos y prejuicios siguen tan arraigados y generan               tencia de una comisión de TMG y la mejora de los cauces
la discriminación de múltiples colectivos. En el caso de las            de coordinación interinstitucional entre el sector sanitario
PSH, son frecuentes los estereotipos sobre la libre elección            (Primaria y Especializada) y lo social y el tercer sector, des-
del estilo de vida, la imposibilidad de cambio, la asocia-              de lo colaborativo y la continuidad, unificación y calidad de
ción con enfermedades infectocontagiosas, consumo de                    procesos asistenciales.
drogas, o con delincuencia, a lo que se suma en muchos
casos el estigma añadido que sufren las personas migran-                Hoy por hoy, a pesar de los esfuerzos sigue existiendo un
tes, mujeres, etc. Por tanto, las PSH sufren el estigma a tra-          modo de funcionamiento fragmentado y evidente descoor-
vés de muchos cauces, y no sólo de la población general,                dinación entre los recursos de la red de salud mental y los
sino de los propios profesionales que trabajan en recursos              servicios sociales. Los pacientes se siguen “cayendo” por los
de atención directa, lo que resulta muy preocupante. En                 agujeros de la red de salud mental a pesar de la ampliación
nuestro equipo es bastante frecuente encontrarnos con                   de recursos específicos, intermedios y sociosanitarios a ni-
la necesidad de realizar una mayor coordinación e incluso               vel comunitario. Aunque ha podido mejorar la detección
acompañamientos para que una PSH sea atendida en las                    de los pacientes por parte de Atención Primaria y SASS,
mejores condiciones en el sistema sanitario, por ejemplo,               siguen existiendo serias dificultades a la hora de llegar a te-

76 Rehabilitación Psicosocial - Volumen 18 nº 2 - Julio-Diciembre 2022
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