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Programa de Acceso al Empleo del Plan Insular de Rehabilitación Psicosocial de Gran Canaria
enfermedad mental y del necesario apoyo individual
durante el mismo. Se han puesto de manifiesto
diversas estrategias para formalizar los modelos que
han servido de referencia, pero se ha llegado a la
conclusión de que el empleo con apoyo constituye el
modelo más efectivo para insertar y mantener en el
mercado laboral a las personas que presentan algún
tipo de enfermedad mental2,3.
Los diferentes programas establecidos en las
instituciones que están englobados en el marco de la
rehabilitación psiquiátrica no preparan a los pacientes
para enfrentarse al mundo laboral. Aportan además
como desventaja el aislar a los pacientes en entornos
apartados de la sociedad laboral impidiendo el acceso
a empleos ordinarios y con la consecuente succión de
los presupuestos que se derivan a estos programas
previos al empleo normalizado.
Es importante conocer las inquietudes de las
personas que desean comenzar a trabajar. Debemos
tener en cuenta que para cualquier persona activa, el
trabajo dignifica, ayuda a organizar el tiempo y favorece
las relaciones sociales, pero al mismo tiempo supone
una fuente de esfuerzo y en ocasiones de estrés. Si
imponemos a estas personas un trabajo que no se
ajusta a sus necesidades esta fuente de estrés se
puede ver agudizada, provocando un riesgo
innecesario principalmente para el paciente.
Se deben estudiar las aptitudes de estas personas
averiguando mediante el diálogo con ellos e incluso con
su entorno más próximo cuáles son sus potenciales
para saber hacia cuáles son las mejores opciones que
le podemos ofertar.
Hay estudios que demuestran que las tasas de
empleo con apoyo individualizado superan las tasas
logradas con otros tipos de intervención. Los primeros
apuntes al apoyo individualizado datan del año 1993,
en el que se propone formar equipos de entre tres a
cinco personas para atender la demanda de entre
cincuenta a sesenta clientes por lo que el ratio queda
en veinte clientes por cada uno. Este modelo está
indicado para aquellos que deseen integrarse en el
mundo laboral y podemos establecer una serie de
premisas básicas para que tenga éxito:
1.- El buen rendimiento constituye un claro objetivo a duración del programa.
alcanzar
2.- Las ofertas a proporcionar no se pueden demorar
en el tiempo
3.- Debe servir como forma de rehabilitación social
4.- Atender las preferencias de los usuarios que
entran en el programa
5.- Seguimiento y evaluación continuada
6.- Apoyo permanente
El apoyo en este programa constituye un pilar
fundamental para que el mismo tenga éxito. No se trata
de proteger a los usuarios permanentemente en el
trabajo sino permitir que vayan encajando con
normalidad, sin dejar de recordarles que el apoyo
continúa. Se deben establecer unos apoyos flexibles
que permitan que los usuarios se integren con total
normalidad, dándoles la seguridad de que físicamente
están solos en el trabajo, pero nosotros permanecemos
siempre a su lado. No se trata sólo de que se consiga
el acceso al empleo normalizado sino que este perdure
y se mantenga. Es vital proporcionar el empleo en el
momento en el que los usuarios están motivados para
acceder al mismo. Si por el contrario los derivásemos
primero a un programa de entrenamiento para
formarlos y entrenarlos antes de incorporarlos esta
motivación podría desaparecer y supondría un fracaso.
Las estadísticas demuestran que la mayor parte de
los usuarios que entran a formar parte de un programa
de acceso al empleo prefieren comenzar directamente
con el trabajo normalizado, en vez de pasar
previamente por trabajos protegidos. Podemos afirmar
pues que la secuencia trabajo-entrenamiento es más
efectiva que a la inversa.
Como reseña histórica, ejemplo de lo anteriormente
mencionado nos encontramos con el estudio de “Bond
y Dincin” de 19864. Al estudio se le dio el nombre de
“Thresholds de colocación acelerada” o “Entrada de
colocación acelerada” que refleja la comparativa entre
la colocación gradual y la acelerada. Los usuarios que
formaron parte de este proyecto se colocaron de forma
aleatoria en uno y otro modelo indistintamente, de
manera que los que formaron parte del proceso
acelerado fueron colocados en sus empleos tras un
mes y los otros lo hicieron al cabo de cuatro meses,
después de estar recibiendo durante todo este tiempo
un entrenamiento adecuado. Los requisitos necesarios
para acceder a este estudio fueron:
1.- Ser mayor de edad
2.- Estar en situación de desempleo
3.- Aceptar tener un seguimiento durante 40 horas en
las 4 primeras semanas
Se estudiaron también diversos parámetros como los
apoyos que recibían los pacientes (familiar,
trabajadores sociales…) o la experiencia laboral previa
y se observaron distintas variables en cuanto a la
El resultado final arrojó que los usuarios del programa
acelerado consiguieron el doble de empleo y estuvieron
trabajando durante más semanas que los del programa
gradual.
La perseverancia de los usuarios junto con el
seguimiento dentro de estos programas es parte
fundamental para que se obtengan resultados
satisfactorios en el empleo. Esta perseverancia es
característica única de los usuarios ya que lo que
conseguimos con el programa es incrementar esta
cualidad.
Rehabilitación Psicosocial 2014; 11(2): 28-33 32