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Feria-Martín et al
Introducción
La valoración y satisfacción de nuestros pacientes es
un elemento clave para una mayor vinculación
terapéutica y mejoría clínica en términos
psicopatológicos y de rehabilitación. Esta cuestión es,
si cabe, de mayor peso si nos situamos en unidades de
rehabilitación de salud mental, puesto que en su
mayoría trabajamos con pacientes crónicos con escasa
conciencia de enfermedad y con importante deterioro
social, laboral y de funciones cognitivas superiores.
Este conjunto de pacientes representan en nuestro
sistema sanitario un elevado coste por necesitar de
tratamientos largos y costosos, por lo que mejorar
nuestras prácticas concretas en este proceso y
aumentar su satisfacción o motivación hacia los
diferentes programas de rehabilitación resultaría
altamente valioso, ya que podría reducir o mejorar los
tiempos de rehabilitación1.
La opinión que los pacientes tienen de los diferentes
programas de tratamiento que reciben en nuestra
Comunidad Terapéutica, en orden a la importancia que
le otorgan para su proceso de recuperación, orientará
en el futuro tanto en la asignación de los pacientes a
los programas que podrían considerar más
beneficiosos, con mejora por consiguiente en la
adherencia a los mismos, como en la mejoría del
rendimiento en las actividades terapéuticas realizadas.
La evaluación de estos programas se podría definir
como: “un juicio de valor sistemático realizado
mediante procedimientos del método científico, que
proporciona de manera válida y fiable, información
pertinente que permite tomar decisiones concretas”2.
De hecho, en opinión de algunos autores3 parece
evidente que no hay posibilidad de llevar a la práctica
políticas sociales eficaces y eficientes si no se evalúa
su aplicación. La evaluación que realizan las personas
acerca del tratamiento que han recibido o están
recibiendo, está teniendo cada vez mayor peso en la
evaluación global de los sistemas o servicios sanitarios, encuadrables en hospitalización total o parcial. El
siendo la introducción del término usuarios de servicios
un cambio con respecto a las valoraciones globales
anteriores, donde primaban aspectos tales como
aspectos de hostelería, accesibilidad a los servicios,
entre otros4-8.
De otro lado en la literatura hay un acuerdo
importante en considerar la satisfacción de los usuarios
con la intervención como una medida apropiada de
resultados y calidad9, aunque dice poco sobre los
beneficios generales del programa terapéutico10 y en
relación a áreas de problemas específicos de los
pacientes. Por tanto, la evaluación de la satisfacción de 472.876 habitantes, dotada con 15 camas de
los usuarios con el programa, que correlaciona con
otros resultados, se ha convertido en un aspecto
central en la evaluación de resultados en multitud de
estudios. Existen igualmente datos que informan que
5 Rehabilitación Psicosocial 2015; 12(1): 4-10
los enfermos mentales crónicos informan de manera
fiable acerca de su calidad de vida11 por lo que este
tipo de trabajos no cuenta con obstáculos insalvables
por la naturaleza de los juicios emitidos por los
pacientes. También es necesario remarcar que la
satisfacción como variable independiente puede influir
en la eficacia de las intervenciones y en variables como
la utilización de los servicios, su accesibilidad y la
adaptación de los usuarios a ellos. De este modo, la
satisfacción de los usuarios se constituye como un
elemento importante y revelador de valoración de la
efectividad de la oferta asistencial12,13.
Por estas razones es importante conocer la valoración
de los pacientes del trabajo que realizamos en nuestra
Comunidad Terapéutica. Se pretende, de esta manera,
que esta opinión nos ayude a mejorar y nos oriente en
el futuro tanto en la asignación de los pacientes a los
programas que podrían considerar más beneficiosos
como la mejora del rendimiento mismo de las
actividades terapéuticas en grupo, adaptándolas o
cambiándolas si fuera necesario. Para ello, se van a
analizar qué programas son evaluados como más
adecuados y aquellos otros menos valorados en
nuestra actividad rehabilitadora.
Para introducir alguna luz sobre este modo de
proceder hemos decidido – en lógica con los principios
de participación en el tratamiento de los pacientes
ingresados en nuestra Comunidad – examinar la
evaluación de los diferentes programas a los que están
adscritos en relación al valor que le otorgan en el
proceso de recuperación en el que están inmersos.
Método
Participantes
La muestra estuvo compuesta por los 30 pacientes de
la Comunidad Terapéutica de Salud Mental que se
encontraban en tratamiento a lo largo del año 2012-13.
Este grupo de pacientes mantenían diferentes
regímenes terapéuticos, no obstante todos
conjunto de pacientes habían permanecido durante un
tiempo variable -generalmente y al inicio de su
incorporación al programa de rehabilitación- en un
régimen de hospitalización total, por lo que conocen los
programas que se desarrollan en nuestro servicio.
La Comunidad Terapéutica de Huelva se encuentra
ubicada en el Hospital Vázquez Díaz de la capital
desde abril del año 2001 en que inicia su
funcionamiento integrado en la red asistencial de salud
mental. Es la Comunidad Terapéutica de referencia
para toda la provincia con una población total de
Hospitalización de media y larga estancia y 15 plazas
de Hospitalización Parcial.
Los principios reguladores de la actividad asistencial
de nuestra Comunidad Terapéutica vienen enmarcados