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Resultados de un programa para la reducción del estigma internalizado en personas afectadas de trastorno mental grave
DISCUSIÓN
En primer lugar llama la atención de los resultados, la
menor proporción de personas con puntuaciones al-
tas en autoestigma en relación a los datos aportados
por los estudios publicados. En la muestra evaluada
en el CRPS de Alcalá, el 21,34% de las personas pre-
sentaban puntuaciones altas en autoestigma, pro-
porción llamativamente inferior a las aportada por la
literatura científica que la sitúa en una horquilla en-
tre el 20% y el 50% (Dubreucq, Plasse & Franck, 2021;
Brohan, Slade, Clement & Thornicroft, 2010; Brohan,
Elgie, Sartorius, Thornicroft & GAMIAN-Europe Study
Group, 2010; West et al, 2011; González Domínguez,
2019). Sin embargo, esa prevalencia es similar a la
encontrada en otros estudios realizado con pobla-
ción similar a la atendida en el CRPS de Alcalá. Así
Touriño et al (2018) encontraron que el 21,1% de las
personas evaluadas con el ISMI en Centros de Día de
Rehabilitación Psicosocial de Gran Canaria presen-
taban autoestigma alto. Algo más elevada, 26,1%, es
la prevalencia hallada en una muestra de Cantabria
(Bengochea-Seco et al, 2018).
El resultado principal aportado con esta investiga-
ción es que el programa diseñado específicamente
para abordar el autoestigma en usuarios con TMG
del CRPS consigue reducir significativamente el estig-
ma internalizado. Este resultado es consistente con
los aportados en estudios previos que encuentran
que las intervenciones para la reducción del estigma
muestran resultados esperanzadores (García Bernár-
dez, 2019; Navarro Esquerda, 2018; Mittal et al, 2012;
Yanos et al, 2015; Büchter & Messer, 2017). Resaltar
también que las estrategias basadas en terapias de
tercera generación, componente esencial del progra-
ma de autoestigma del CRPS, muestran resultados
muy prometedores para el abordaje de esta proble-
mática en personas con TMG (Chowdhary & Jahan,
2014) y en otros colectivos que sufren este fenómeno
(Stynes, Leão & McHugh, 2022; Luoma & Platt, 2015).
De los cinco dominios que conforman el ISMI se ob-
serva una disminución significativa en los siguientes:
“alienación”, “aprobación del estereotipo” y la “ex-
periencia discriminatoria”. La “alineación” evalúa la
experiencia subjetiva de ser inferior a los demás, la
vergüenza y la identidad, la “aprobación del estereo-
tipo” evalúa el grado de acuerdo del sujeto con los
estereotipos sobre la enfermedad mental y la “expe-
riencia discriminatoria” hace referencia a la percep-
ción del sujeto de cómo es tratado por los demás.
Aunque se observa una ligera disminución en las
puntuaciones de los otros dos dominios restantes
que conforman el ISMI (“aislamiento social” y “resis-
tencia estigma”) tras el paso por el programa de los
sujetos del grupo experimental, esta diferencia no
llega a ser significativa estadísticamente. El dominio
“aislamiento social” se refiere a los comportamientos
de retirada del ámbito social que el sujeto atribuye a
su enfermedad mental. La falta de respuesta en este
dominio puede ser explicada por la brevedad del
programa y el periodo de tiempo tan escaso como
para producir cambios en la integración social de es-
tas personas. Este dato está en consonancia con los
resultados obtenidos en las otras dos medidas utili-
zadas sobre calidad de vida y funcionamiento, que
aunque presentan mejoría tampoco llegan a mos-
trar significación estadística. El dominio “resistencia
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al estigma” hace referencia a los intentos del sujeto
para resistir o superar el autoestigma. Este dominio
ha mostrado una débil consistencia interna en los es-
tudios psicométricos de la escala ISMI y se cuestiona
su utilidad en la escala ISMI dada su baja correlación
con el constructo estigma interiorizado (Ritsher, Oti-
lingam & Grajales, 2003; Bengochea-Seco et al. 2018).
Aunque las personas que participaron en el grupo
experimental mejoraron sus puntuaciones en calidad
de vida y en funcionamiento global, estas diferencias
no fueron significativas. El poco tiempo transcurrido
entre las medidas pudo no ser suficiente para que
éstas fueran mayores. Por otro lado, esta diferencia
no puede ser atribuible en exclusiva a la participación
en el programa ya que podrían ser debidas a la parti-
cipación de los sujetos en otra serie de programas e
intervenciones que presta el CRPS.
En consonancia con los resultados de otras investi-
gaciones (Livingston & Boyd, 2010), no se constatan
diferencias significativas por sexo en la puntuación
global del ISMI ni en ninguno de sus dominios, aun-
que sí se observan puntuaciones más altas, y por tan-
to más estigma internalizado, en los hombres que en
las mujeres.
La principal limitación de este estudio se refiere al
tamaño y características de la muestra. Sería nece-
sario ampliar el tamaño muestral para poder ofrecer
datos más representativos. También hay que señalar
que la muestra está constituida por sujetos en aten-
ción en un Centro de Rehabilitación Psicosocial por lo
que puede no ser representativa de la población con
trastorno mental grave. Por otro lado, señalar que
las medidas están tomadas solo en dos momentos,
al inicio del programa y al final, por lo que sería nece-
sario realizar medidas de seguimiento para observar
si los beneficios obtenidos en el programa se mantie-
nen en el tiempo.
Sería interesante para futuros estudios determinar
qué variables clínicas y sociodemográficas de los su-
jetos tienen relevancia a la hora de obtener más be-
neficios de este programa. También podría ser de uti-
lidad clínica conocer qué componentes del programa
hay que enfatizar o de cuáles prescindir para obtener
resultados más eficientes.
Financiación: ninguna
Declaración de conflictos de intereses: El autor
primer firmante del manuscrito de referencia, en su
nombre y en el de todos los autores firmantes, decla-
ra que no existe ningún potencial conflicto de interés
relacionado con el artículo.