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Recuperación, perspectiva de género, y díadas objetales relaconales. El “grupo de expertas” como experiencia asistencial integradora para el tratamiento de los
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a la visión que tiene del otro de esa relación, mediado por un afecto dominante – amor, rabia, odio, tristeza, ira, miedo,
etc15. Junto al modelo de relaciones objetales, pretendíamos incluir una perspectiva de género, dando un lugar relevante al
hecho de que todas las pacientes eran mujeres de mediana edad para adelante, con muchos años de enfermedad a sus
espaldas y persistencia de dificultades a nivel identitario.

A modo de ejemplo, vamos a describir brevemente las características sociodemográficas y clínicas del primer grupo, que
estuvo en marcha durante dos años “académicos”, desde octubre de 2020 a julio de 2022. Fueron siete mujeres entre 40 y
50 años, con una historia de enfermedad de más de 20 años, historia de eventos traumáticos ligados al hecho de ser mu-
jer (violencia de género, violencia sexual), y una situación socioeconómica muy vulnerable, encontrándose desempleadas
o con empleos precarios, pocos recursos económicos y una gran soledad – solteras o separadas. Desde el punto de vista
clínico, presentaban una organización límite de la personalidad de gravedad moderada-severa (CGI >=5), con historia de
intentos de suicidio, autolesiones, clínica alimentaria y abuso de sustancias, todo ello bastante controlado en la actualidad
– salvo situaciones de crisis – pero muchos problemas de funcionalidad – trabajo, relaciones, ocio –. Existía una ideación
suicida y un sentimiento de vacío/pérdida de sentido existencial que se mantenía constante, aunque no en un primer
plano. Desde el punto de vista de tipología de carácter, presentaban dos perfiles, uno más de tipo dependiente/infantil,
y otro más de tipo narcisista con muchos elementos masoquistas coadyuvantes. La diada objetal relacional dominante
correspondía a una visión de sí mismas como alguien pequeño, débil, vulnerable, sumiso; que siente miedo y rabia hacia
un otro vivido como poderoso, insensible y superior. Desde un punto de vista de manejo técnico del grupo, además de las
estrategias, tácticas y técnicas propias de la TFP – con especial énfasis en la necesidad de mantener algún tipo de actividad
productiva y delimitar unos objetivos de vida con las pacientes -, aplicamos elementos propios de enfoques rehabilitado-
res, como realizar psicoeducación ajustada sobre el trastorno límite y sus características, trabajar con los servicios estatales
de empleo, o fomentar el uso de espacios comunitarios no clínicos como los espacios de igualdad del ayuntamiento de
Madrid, donde poder crearse una red de apoyo y además trabajar los aspectos de su patología más unidos al hecho de
ser mujer.

Nuestra impresión clínica al finalizar los dos años de tratamiento fue positiva. Al alta, las pacientes continuaron con su
seguimiento psiquiátrico ambulatorio habitual. Con la intención de poder recoger más información sobre la eficacia o no
del programa, al año decidimos reunirnos en una sesión grupal diseñada para evaluar el desempeño de las pacientes en
este tiempo, las cosas que les habían servido más del grupo, las que no, y qué propondrían ellas de cara al futuro. A dicha
sesión grupal confirmaron su asistencia todas ellas, pero finalmente sólo acudieron cinco de las siete participantes. Desde
un punto de vista práctico, su vida no había cambiado mucho – sobre todo en lo relativo a continuar con una gran preca-
riedad socioeconómica – pero sí que habían podido mantener los aspectos de mejora que consiguieron durante el grupo,
fundamentalmente una mejor comprensión de sus dificultades y el ser más eficaces en su funcionamiento relacional.
Las que habían podido vincular con los espacios de igualdad seguían acudiendo y les servía como red social para mitigar
su sentimiento de soledad. Entre algunas de ellas, también habían mantenido un contacto de baja intensidad, pero con-
tinuo. No había habido nuevas crisis sintomáticas importantes en ninguna de ellas, y cuando había habido crisis, habían
podido superarlas aplicando habilidades de regulación emocional previamente aprendidas. Su percepción general era
que el grupo les había servido como un lugar de acompañamiento, cuidado y reflexión frente a la soledad, las dificultades
relacionales, y la persistencia de momentos emocionales pico de difícil gestión. Habían podido entender mejor, aceptar
algo más y trabajar algunos de sus aspectos agresivos, y se había generado una mejoría en su capacidad para reconocer y
comprender sus dinámicas internas y relacionales (lo que equivaldría a una mejoría en su función reflexiva). Incorporando
una perspectiva de género, era interesante ver como los aspectos propios de una díada relacional masoquista que pre-
sentaban muchas de ellas, estaban presentes desde muy pequeñas en su historia biográfica, sin duda alguna promovidos
por la cultura machista dominante en esa época. Finalmente, planteaban su deseo de poder continuar con algún tipo de
programa de tratamiento grupal, con otras características – abierto, indefinido, baja frecuencia –, a modo de ancla con
todos estos aspectos de rehabilitación funcional que habían adquirido durante el tiempo de tratamiento en el grupo. Esto
es algo que está pendiente de ser evaluado para su implementación dentro del actual programa PAIPAL.

CONCLUSIÓN

El grupo de expertas fue una experiencia asistencial integradora muy satisfactoria tanto para los profesionales como para
las pacientes participantes en el mismo. El propósito del grupo fue tratar de integrar elementos más propios de un modelo
psicoterapéutico psicoanalítico como es la psicoterapia focalizada en la transferencia, con elementos provenientes de la
terapia sistémica, la rehabilitación psicosocial y el trabajo desde una perspectiva de género, a través de la coordinación con
espacios comunitarios no clínicos orientados de este modo. Creemos que el uso de abordajes integradores que integren
estos elementos psicoterapéuticos y rehabilitadores, incorporando una perspectiva de género, pueden ser muy útiles
para el tratamiento del grupo de pacientes límite de mayor edad e historia de enfermedad.

56 Rehabilitación Psicosocial - Volumen 20 nº 2 - Julio - Diciembre 2024
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