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La necesidad de incorporar la palabra recuperación al tratamiento de los Trastornos de Personalidad, El modelo de programa ambulatorio intensivo de Gran Canaria
y para otro perfil de pacientes con rasgos del clúster B y C cuyas dificultades a nivel cognitivo requieran de intervenciones
de apoyo; especialmente pensando en este perfil se realizó una formación basada en habilidades de Terapia dialéctica
conductual centrado en las habilidades de Tolerancia al malestar para los monitores del programa.
Queda todavía la necesidad de poder incorporar a pacientes en el Programa de Alojamiento alternativo en nuestra Comu-
nidad, ya contando con experiencias en otras comunidades, la dificultad encontrada en este caso ha partido de la concep-
ción de los Trastornos Mentales Graves en nuestra Comunidad sin obviar el estigma institucional asociado.
7. Coordinación con los distintos servicios.
En un programa como el nuestro nos encontramos con usuarios con situaciones complejas donde intervienen múltiples
actores, como son el sistema de protección del menor en aquellos casos de madres y padres con Trastornos de personali-
dad; los servicios sociales, la Unidad de Salud Mental, la Unidad de internamiento breve, el programa de acceso al empleo
y nosotros , sabemos además que los problemas sociales e interpersonales indican procesos de apego disfuncional y que
nuestros pacientes presentan una hipersensibilidad a la experiencia negativa y una hipervigilancia y necesidad de reafir-
mación. En la mayoría de los casos nos encontramos con un nivel importante de desintegración del usuario y los servicios
y esto a su vez puede explicarse en estos tres términos;
1. En definir una explicación del problema
2. En definir el tipo de intervención
3. En definir el tipo de responsabilidades.
Para este tipo de casos tan común en nuestra Unidad creemos imprescindible la formación de los equipos y el uso de
método Ambit27, que puede describirse como un tratamiento integrativo basado en la mentalización adaptativa y que
ayuda a los equipos a crear sistemas efectivos de asistencia, dentro de este modelo hemos ido incorporando en el equipo
en nuestras reuniones diarias y especialmente en aquellos casos que algún profesional lo solicite la práctica del pensar
juntos sacada del propio método Ambit y que promueve que todos los integrantes del equipo hagamos un esfuerzo por
mentalizar no sólo al paciente sino al compañero y su necesidad en ese momento.
Conclusiones
Desde su comienzo hemos podido ya atender una cifra superior a 250 pacientes, en estos años este abordaje integrador
basado en modelos de psicoterapia basada en la evidencia y en una secuenciación del tratamiento ha conseguido unos
resultados más que óptimos pero con el paso del tiempo más allá de las técnicas, tácticas y estrategias psicoterapéuticas
nos hemos interesado por la perspectiva en primera persona, más allá de los síntomas cada paciente trae una historia
única que merece ser escuchada con el máximo respeto por cada uno de los integrantes del equipo, eso requiere que
cada uno de nosotros use una postura dialéctica y mentalizadora sobre el paciente y sobre cada uno de nosotros , aten-
diendo frecuentemente a los aspectos transferenciales y contratransferenciales que surgen cada día, comprendiendo
cada historia vital de los usuarios del programa. Los trastornos de personalidad por sus características suponen un reto
para cualquier clínico pero hemos avanzado mucho en los últimos 30 años y disponemos de modelos que pueden ser
aprendidos y usados por cualquier profesional de la Salud Mental con ganas de formarse, las cifras en relación al suicidio
y al gastó económico dejan claro que estamos ante un problema grave de salud mental que requiere la escucha activa
de los agentes políticos y gestores implicados en el campo de la Sanidad, falta escuchar la visión de los usuarios, darles la
palabra y aprender de ellos para poder incorporar sus experiencias a nuestras herramientas de trabajo.
En estos años varias cosas hemos ido aprendiendo y seguimos en ello, pero me gustaría destacar:
1. Transmitir un relato de esperanza, decirles a los pacientes que otra vida puede ser vivida
2. Poner el foco no sólo en la persona sino una mirada a su entorno y su contexto, las familias se encuentran
pérdidas y necesitan ayudas, muchas de ellas llegan después de muchos tratamientos, pero sin sentirse es-
cuchadas.
3. La importancia de las intervenciones grupales y lo que el grupo aporta a cada uno de ellos con especial impor-
tancia a los factores comunes, la universalidad, la información participada, el altruismo, la cohesión del grupo
y el aprendizaje interpersonal entre otros.
4. El sostén en grupo del equipo terapéutico con una supervisión constante y diaria de cada uno del equipo de
los aspectos transferenciales y contratransferenciales, analizando la puesta en marcha en alguno de nosotros
de modos prementalizadores que requieren ser analizados y no terminar actuando de más.
5. La presencia de supervisores externos como manera de poder tener una visión distinta en aquellos casos
donde el equipo se encuentra estancado
Y por último entender que la recuperación es un proceso continuo y activo que inicia una persona que busca una ayuda
y donde nosotros sólo desde el respeto y la máxima profesionalidad nos ponemos a su disposición para poder tener una
vida que merezca ser vivida.
72 Rehabilitación Psicosocial - Volumen 20 nº 2 - Julio - Diciembre 2024