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La relación médico-paciente en salud mental: el documento de voluntades anticipadas y la planificación de decisiones anticipadas
suficiente. La aplicación de este enfoque comporta una del médico era actuar puntualmente cuando ésta se
mayor comunicación, pues se establece un diálogo que presentaba. Es lo que podemos llamar como atención
facilita que la persona tenga información sobre la “reactiva”. No obstante, actualmente por atención
enfermedad y las posibles vías terapéuticas, sanitaria entendemos el cuidado integral y continuado
participando e implicándose en el proceso. Existen de la salud de una persona. Así, la atención no sólo
estudios que muestran que aplicando este modelo se puede sino que debe estar planificada. Planificar la
reducen recidivas y rehospitalizaciones, se muestra atención conlleva una responsabilidad moral que
una mayor adherencia a los fármacos, puede realinear expresa compromiso con el paciente.
las expectativas personales, aumenta el bienestar
reflejado en su calidad de vida y hay un mayor Ha de ser la persona quien elija y determine qué es lo
cumplimiento con el tratamiento11. valioso de su vida en relación con sus valores y
preferencias, pues se trata de buscar una vida de
Este enfoque ha permitido un giro de los fundamentos calidad entendida a su modo. Llevar hasta las últimas
de la relación asistencial. Hemos pasado de buscar consecuencias esta postura puede significar incluso
únicamente la beneficencia y no-maleficencia de los elegir rechazar la vida (biológica) si ésta no es acorde
pacientes, incluso sin su consentimiento, a una con su proyecto vital, es decir, con aquello que
perspectiva que tiene como eje central la autonomía y considera como una vida digna de ser vivida. En tal
la dignidad. Pero junto a ello, los profesionales han de caso, es una obligación moral hacer todo lo posible
aportar sus criterios clínicos para que el paciente para que la persona tenga un proceso de morir de
escoja responsablemente. Es decir, la medicina, en manera digna, es decir, sin sufrimiento. Obviamente,
general, y la psiquiatría, en particular, ha de estar siempre que el paciente así lo desee. De hecho,
basada en hechos y valores. existen contextos culturales o circunstancias (por
ejemplo estar consciente durante un acontecimiento
No obstante, parece comprensible que incluso siendo familiar relevante) en los que no se acepta que los
competente para decidir no quiera participar y desee sedantes “roben” a la persona el proceso de morir.
dejar en manos de la familia y/o del equipo médico
cualquier decisión vinculada con su salud12,13. En Al darle a la persona el protagonismo para poder
cualquier caso, a no ser que los pacientes constaten definir qué entiende por calidad de vida se le está
sus deseos de no querer participar, hemos instarlos a concibiendo como un ser dotado de autonomía que
participar en la toma de decisiones, en la medida de lo decide responsablemente sobre su vida. Y si,
posible, para que escojan tratamientos sobre su propio efectivamente, queremos respetarle, hemos de
cuerpo. asegurar que no se le impondrá ninguna decisión, a no
ser que haya motivos suficientes y justificados. En otras
Los estudios empíricos sobre la toma de decisiones palabras, la beneficencia sin autonomía deja de serlo.
compartidas en pacientes con trastornos mentales
graves indican que el perfil de paciente que manifiesta Por tanto, lo que se está reivindicando es que en las
un deseo de implicarse en la decisión presenta algunas actividades sanitarias la planificación sea, ante todo,
de las siguientes características: joven, alto nivel una cuestión ética, consecuencia del nuevo estilo de
educativo, sintomatología cronificada, buenas relación clínica: prudente y participativa, por la persona
habilidades cognitivas para la toma de decisiones, y con la persona.
insatisfacción o desconfianza ante los tratamientos y/o
profesionales y /o experiencias previas de ingreso En algunos contextos clínicos podemos anticiparnos a
involuntario14-21. futuras situaciones clínicas porque sabemos que
pasarán cosas (una recaída, un ingreso involuntario,
Para ello, hay que fomentar espacios de diálogo para etc.) y muy probablemente la persona no estará
empoderar a los pacientes y dotarles de los mismos entonces en las mejores condiciones para decidir por sí
derechos que a cualquier otro. Y es que la relación misma. Si no hay una anticipación de la decisión,
asistencial en el ámbito psiquiátrico no puede ser tan corremos el peligro de que quede “condenada” a las
asimétrica y marcada por el paternalismo. Esto fomenta decisiones de otros, de modo que es imprescindible
la discriminación y el estigma. Hemos de reivindicar un que los profesionales conozcan con antelación su
modelo asistencial en el que la alianza terapéutica, la voluntad y valores.
confianza, la dignidad y la autonomía, etc., sean
esenciales. Pero este proceso de planificación requiere que la
persona sea autónoma, voluntaria, informada en
Este marco asistencial es el que se da cuando nos cantidad y calidad suficiente y que tenga competencia
anticipamos y planificamos decisiones. Pero, ¿por qué para tomar una decisión. Ciertamente, este último
hay que planificar decisiones? aspecto, el de la competencia, puede ser una cuestión
comprometida en pacientes con trastornos mentales.
Hacia las relaciones “activas” con los pacientes Las limitaciones para planificar de forma compartida la
atención deberían radicar básicamente en las aptitudes
Tradicionalmente, en Medicina se ha considerado de competencia para la toma de decisiones (que
siempre la enfermedad como algo fortuito: la función
Rehabilitación Psicosocial 2015; 12(1): 18-24 20