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La recuperación en el Trastorno Límite de la Personalidad: Barreras y oportunidades para su desarrollo

RESUMEN

La recuperación en el trastorno límite de la personalidad es un proceso complejo. Las psicoterapias específicas han demostra-
do conseguir importantes mejoras respecto al alivio y remisión sintomática de las personas con TLP, pero no parecen mejorar
significativamente su funcionamiento psicosocial en los seguimientos a largo plazo. A raíz de esta discrepancia se incide sobre
los posibles factores que interfieren en la recuperación en estos pacientes: las dificultades de acceso a los tratamientos, el estig-
ma y las diferencias en los objetivos de recuperación de usuarios y profesionales. Se exploran las áreas de cambio en el proceso
de recuperación desde experiencia subjetiva de las personas con TLP y se valoran las intervenciones que desde el modelo de
recuperación en salud mental podrían favorecer este proceso.

Palabras clave: Trastorno límite de la personalidad. Recuperación. Salud Mental. Investigación cualitativa. Atención centrada
en el paciente.

ABSTRACT

Borderline personality disorder recovery is a complex process. Specific psychotherapies have been shown to achieve significant
improvements in symptomatic relief and remission in people with BPD, but they do not seem to significantly improve their psy-
chosocial functioning at long-term follow-ups. As a result of this discrepancy, the possible factors that interfere with the recovery
of these patients are stressed: difficulties in accessing treatments, stigma and differences in the recovery objectives of users and
professionals. The areas of change in the recovery process from the subjective experience of people with BPD are explored and
the interventions that could favor this process from the recovery model in mental health are assessed.

Keywords: Borderline Personality Disorder. Mental Health. Recovery. Qualitative research. Patient-centered care.

INTRODUCCIÓN

El trastorno límite de la personalidad (TLP) se caracteriza por un patrón de marcada impulsividad que con
frecuencia se manifiesta a través de comportamientos autodestructivos, inestabilidad en los afectos, autoi-
magen e hipersensibilidad en las relaciones interpersonales1. Algunos autores proponen utilizar el término
«Necesidades emocionales complejas» para referirse a las personas que reciben el diagnóstico de TLP (Trevi-
lion et al., 2022) por el estigma y el nihilismo terapéutico asociado con frecuencia a su diagnóstico (Campbell
et al., 2020).

Se le estima una prevalencia aproximada entre el 1 al 2% de la población general2, siendo uno de los tras-
tornos de la personalidad más frecuentes. Se ha identificado en aproximadamente un 10 % de los pacientes
ambulatorios y en un 20% de los ingresados en unidades de hospitalización de salud mental3.

Las personas con TLP tienen ideas esquemáticas, rígidas y en ocasiones extremas sobre los estados mentales
propios y ajenos que les provocan problemas en sus relaciones interpersonales y en su regulación emocio-
nal. Son vulnerables a experimentar crisis emocionales en las que presentan comportamientos impulsivos,
sentimientos de vacío y de rechazo. Las autolesiones y el comportamiento suicida evidencian la severidad del
trastorno y son los motivos principales que precipitan la indicación de ingreso. Un 79% han tenido al menos
una tentativa de suicidio a lo largo de su evolución4.

Su trayectoria está ligada a factores genéticos y ambientales incluyendo la vulnerabilidad emocional, el abuso
infantil5 y el apego inseguro. Las experiencias de abuso en la infancia que han sufrido algunas personas con
TLP, impactan en la capacidad de establecer relaciones de confianza y a desarrollar la resiliencia necesaria
para enfrentarse a las presiones de la vida cotidiana.

La psicoterapia es el tratamiento de primera línea para las personas con TLP6. Varios modelos especializados
han sido validados como tratamientos eficaces para el tratamiento del TLP7,8: la psicoterapia focalizada en
la transferencia (Kernberg OF, 1989; Clarkin JF, 2006), la terapia dialéctico-conductual (Linehan MM, 1993), la
terapia basada en la mentalización (Bateman A & Fonagy P, 2004) y la terapia de esquemas (Young JE, 2003).
Los puntos esenciales que comparten es que todos están bien estructurados y claramente focalizados, enfa-
tizan el cumplimiento, son de larga duración, promueven un fuerte vínculo entre paciente y terapeuta. Han
demostrado reducir los intentos de suicidio, las autolesiones y la frecuentación de los servicios de urgencia9 y
obtienen un efecto superior en el alivio de síntomas y una menor tasa de abandonos respecto al tratamiento
habitual. Comparadas con los tratamientos utilizados para otros trastornos mentales u otros trastornos de la
personalidad, las psicoterapias basadas en la evidencia para el TLP obtienen resultados más esperanzadores

42 Rehabilitación Psicosocial - Volumen 20 nº 2 - Julio - Diciembre 2024
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