Page 129 - GUIA DE INTERVENCION FAMILAR EN LA ESQUIZOFRENIA
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•	 Permite la ausencia de algún familiar a alguna de las sesiones ante imponderables que les puedan
             surgir, que caso de sesiones condensadas en una única jornada, sería imposible recuperar.

       •	 Posibilita la “elaboración emocional pausada” de lo tratado en cada sesión.

       •	 Facilita la asimilación gradual de los contenidos de las sesiones y su posterior reflexión en el espacio
             intersesiones.

Respecto al horario aconsejable, es conveniente consensuar con cada familia sus preferencias y fijar un horario
que sea asequible para la mayoría de los familiares. En este punto, es indispensable que los profesionales
tengan disponibilidad para iniciar el Módulo, en cualquier horario (mañana, tarde o tarde-noche), y que los
responsables de los servicios o dispositivos asistenciales estén informados, a efectos de la necesaria descarga
asistencial o compensación horaria.

VII.4.1.7.4 SUGERENCIAS PARA LA CONDUCCIÓN DEL MÓDULO

Existen escasas recomendaciones prácticas sobre cómo conducir este tipo de sesiones. En nuestro medio, cabe
señalar la aportación de Fernández Blanco (2002). Se presenta a continuación, algunas sugerencias basadas en
la experiencia acumulada por el grupo de autores con grupos multifamiliares, a lo largo de estos años.

Considerar importante cualquier comentario de los familiares, evitando censuras y descalificaciones:

Hay que transmitir a los familiares que sus aportaciones son de especial interés e importancia, porque ellos son
expertos en la convivencia con el paciente. Se debe evitar comentarios críticos o descalificaciones sobre lo que
expresen. Algunos familiares pueden no intervenir o intervenir escasamente, porque consideran que no saben
expresarse tan correctamente como otros. Por ello es fundamental favorecer un ambiente grupal en el que
todos se sientan cómodos y sientan que se valoran sus intervenciones.

Estar atentos a las formas no verbales de expresión:

Los profesionales responsables del grupo deberán prestar atención a los gestos y expresiones de los familiares,
que puedan denotar aburrimiento o desinterés por la exposición, posible dificultad en la comprensión de
conceptos o repercusión emocional por los contenidos tratados.

Invitar reiteradamente a la participación:

Es conveniente alentar la participación de las familias, teniendo en cuenta su disposición y características. En
este punto, conviene reiterar que no se trata de darles una lección académica, sino de compartir con ellos los
conocimientos que los profesionales tienen sobre la esquizofrenia, y a su vez, que los familiares compartan
con los profesionales lo que saben, sus dudas, sus sentimientos y emociones. Convendrá que los profesionales
eviten apoyarse en aquellos familiares con mayor facilidad de expresión.

Evitar preguntas muy directas:

Recurrir a las preguntas directas, puede generar incomodidad o molestia en el familiar por sentir que está
siendo examinado u obligado a intervenir, aunque no lo desee. La propia situación grupal puede ser difícil
de llevar para algunos familiares, porque no estén acostumbrados debido a su dificultad expresiva, o por
características propias de su personalidad. No obstante, y en determinados momentos de alguna sesión, puede
resultar conveniente invitar a las familias, incluso una a una (y sin forzar), a que expresen su opinión o vivencias.
Por ejemplo, cuando se aborde contenidos relacionados con el duelo, carga, sentimientos. Si algún familiar no
lograra expresarse, es conveniente abordarle al término de la sesión para preguntarle cómo se encuentra y qué
opina sobre los contenidos tratados en el grupo.

Mantener la norma de que hable solo una persona cada vez:

La norma de hablar solo una persona cada vez debe ser formulada al principio de la 1ª sesión del 1º Módulo, y
recordada cuando sea necesario. Sin embargo, suele ser frecuente que se produzcan intervenciones superpuestas
de varios familiares hablando a la vez, o conversaciones en “corrillos” de algunos familiares, mientras otro está
interviniendo. En tono afable, pero también con firmeza, los profesionales deben intervenir para reconducirlas.
Para que la intervención del profesional no sea percibida como una crítica, se podrá expresar diciendo que lo
que está comentando cada familiar o el “corrillo”, seguramente es muy importante para el resto y que merece
ser escuchado por todos.

Evitar comentarios sobre circunstancias personales o familiares conocidas por los profesionales, pero no
expresadas por los familiares en el grupo:

Los profesionales deben abstenerse en todo momento de realizar este tipo de comentarios. Puede ocurrir que

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