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Avances en los programas de entrenamiento en habilidades sociales para personas con enfermedad mental grave

de forma progresiva hasta asegurarnos de que las            cohesión grupal, que favorezca la participación activa
nuevas respuestas forman parte del repertorio del           de todos los miembros de grupo y la propia relación
usuario correspondiente y, por tanto, están bien            entre ellos, como primera opción de relación con otros
aprendidas y se han generalizado a otros contextos. La      iguales tras la aparición de la psicosis, sobre todo en
medición de estas nuevas respuestas formaría la nueva       aquellos casos en los que no existe apenas red social o
línea base de cara a medir nuevos avances en las            ésta resulta de alto riesgo para el consumo abusivo de
competencias objeto de entrenamiento.                       tóxicos.

 En cuanto al segundo grupo propuesto, al contar sus        CONCLUSIONES
miembros con una buena competencia social a priori,
habría que ser especialmente meticuloso en la                La mayor parte de los usuarios que participan en
evaluación, dado que los factores que están                 programas de rehabilitación psicosocial para personas
interfiriendo en su desempeño social son mucho más          con enfermedad mental grave y duradera podrían
sutiles y por tanto más difíciles de identificar tanto por  beneficiarse de los grupos de entrenamiento en
ellos como por los terapeutas. En la mayor parte de los     habilidades sociales, siempre y cuando se haga un
casos, las dificultades que presentan los usuarios que      esfuerzo por adaptar los programas existentes a los
pueden acudir a estos grupos, que no les permiten ser       diferentes usuarios a los que se pretende entrenar. Con
totalmente eficaces en entornos normalizados, tienen        este artículo, se persigue desmontar la “falsa” idea de
que ver, tanto con aspectos más generales aplicables a      “perfil de usuario objeto de entrenamiento en
toda la población, tales como pensamientos negativos        habilidades sociales”. Así, tanto los usuarios con
anticipatorios, sensaciones o emociones intensas,           dificultades cognitivas importantes como aquellos que
como con aspectos más específicos que tendrían que          presentan un buen nivel de competencia social, e
ver con las creencias o prejuicios que ellos mismos         incluso los jóvenes que han sufrido recientemente un
mantienen con respecto a su propia enfermedad               primer brote psicótico, pueden optar a dichos
mental, es decir, con el autoestigma. Esto hace             entrenamientos, lo que seguro les acerca a objetivos
necesario adaptar especialmente la metodología de           más generales de integración, autonomía y aumento de
trabajo en las sesiones para disminuir o atenuar el         la calidad de vida intrínsecos a cualquier proceso de
impacto que estos factores tienen sobre el desempeño        rehabilitación psicosocial.
social de los usuarios, haciendo hincapié en el análisis
funcional de las conductas problema en los distintos         Futuras investigaciones, en las que se midan los
contextos de relación, haciéndose esto último               resultados de estos programas mediante ensayos
especialmente relevante, dado que, por ejemplo,             controlados aleatorizados, podrán probar la eficacia de
muchos de los usuarios que acuden a los recursos de         estas adaptaciones. Por el momento, según nuestra
rehabilitación no presentan ninguna dificultad para         experiencia, cabe resaltar las mejoras en competencia
relacionarse con otras personas con enfermedad              social percibidas tanto por los usuarios como por sus
mental o de su total confianza, y sí con otras personas     familiares, un aumento del uso de recursos
procedentes de entornos normalizados.                       comunitarios normalizados, el incremento de la red
                                                            social y de los contextos sociales de relación, todas
 Por último, en cuanto al tercer grupo, dirigido            ellas medidas subjetivas o indirectas, pero que ya
específicamente a los usuarios jóvenes que han sufrido      apuntan en la dirección de la efectividad de estos
un primer brote psicótico, resulta de vital importancia     programas de entrenamiento.
adaptar especialmente los programas de entrenamiento
y la metodología de trabajo a las características propias   Bibliografía
de esta población. Así, sería necesario atender al
lenguaje que utilizan los jóvenes, con giros y                 1. Kopelowicz A, Liberman RP, Zarate R. Recent
expresiones propias de esta edad, y a la alta frecuencia              advances in social skills training for schizophrenia.
del uso de las nuevas tecnologías como medio de                       Schizophrenia Bull. 2006;32(1):12-23.
relación con otros iguales e incluso para establecer
nuevas relaciones. También habría que tener en cuenta          2. Liberman RP, De Risi WJ, Mueser KT. Social Skills
las actividades de ocio propias de esta franja de edad,               Training for Psychiatric Patients. New York: Pergamon
pasando por sus gustos particulares a la hora de elegir               Press; 1989.
qué hacen con su tiempo libre y qué opciones de ocio
pueden ser factibles para establecer nuevas                    3. Bellack A, Mueser K. Psychosocial Treatment for
alternativas incompatibles con el consumo excesivo de                 Schizophrenia. Schizophrenia Bull. 1993;19(2):317-
tóxicos, especialmente alcohol y cánnabis, por ser las                336.
de uso más frecuente en esta población. Por último,
resaltar que en este grupo se hace especialmente               4. Liberman RP. Adiestramiento en Habilidades Sociales.
relevante atender al establecimiento de una buena                     En: Liberman RP (ed). Rehabilitación integral del
                                                                      Enfermo Menta Crónico, Barcelona: Martínez Roca;
                                                                      1988/1993. pp. 130-68.

                                                            Rehabilitación Psicosocial 2014; 11(1): 46-57 56
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