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HEMEROTECA

Guías PORT y ¿adiós a Schizophrenia Bulletin?

J.J. Uriarte

Unidad de Gestión Clínica de Rehabilitación. Hospital de Zamudio.

  Sin duda la falta de recursos y la insuficiencia del cono-       sadas en la evidencia. La consecuencia directa de esta ob-
cimiento relativo a la etiología y patogenia de la esquizo-        servación fue la publicación en 1998 de las guías PORT1, en
frenia siguen siendo una importante barrera para mejorar           la revista Schizophrenia Bulletin, una referencia desde en-
nuestros resultados asistenciales sobre las personas afecta-       tonces en el mundo de las guías de práctica clínica.
das por esta enfermedad. Sin embargo, parecen existir ra-
zonables indicios de que si consiguiéramos utilizar de forma         Pues bien, el último número de Schizophrenia Bulletin pu-
rutinaria y sistemática los recursos de los que disponemos         blica una revisión y actualización de las recomendaciones
y las intervenciones que ya conocemos, y que han demos-            de las guías PORT2, publicación que a mi juicio ha pasado
trado eficacia y efectividad, la evolución de nuestros pa-         extrañamente desapercibida. No es que descubran nada
cientes lo agradecería mucho. La integración en un paquete         extraordinario, pero ponen de manifiesto que la brecha
básico de tratamientos psicofarmacológicos bien ajusta-            entre la evidencia y la práctica clínica no parece haberse es-
dos y supervisados y de intervenciones psicosociales, apli-        trechado demasiado en estos años, y que parece que nues-
cadas en ámbitos comunitarios por equipos motivados y              tras prácticas terapéuticas psicofarmacológicas siguen más
asertivos, tiene una base en evidencia y en aplicación em-         los dictados del marketing que los de la evidencia científi-
pírica observacional incontestable. Sin embargo, y en pa-          ca independiente, y que la generalización de intervenciones
labras de Benedetto Saraceno (Director del Departamento            psicosociales en la práctica rutinaria dista mucho de ser la
de Salud Mental de la OMS):                                        norma. La revisión de las recomendaciones PORT sigue
                                                                   alertando de los escasos resultados que se obtienen de con-
  «No hay duda de que necesitamos mucho más conoci-                fiar el destino de los pacientes únicamente a la toma de la,
miento para mejorar la relación coste-eficacia de nuestras         por otro lado, imprescindible, medicación. Con la guía en
intervenciones; sin embargo existe una gran brecha entre           la mano, todos nuestros pacientes debieran tener acceso a
nuestros conocimientos y las estrategias efectivas y su im-        intervenciones como el apoyo y psicoeducación individual
plementación real en la práctica a escala suficiente. De-          y familiar, el entrenamiento en habilidades sociales o los pro-
bemos admitir que existen algunas barreras para la                 gramas de tratamiento asertivo comunitario, además del ac-
implementación de actuaciones coste-efectivas”.                    ceso a los mejores fármacos. Quizás convenga que cada
                                                                   uno haga su propia prueba, se lea las guías, y luego medi-
  Lo cierto es que la asistencia real, rutinaria, no aplica de     te sobre la probabilidad de que un paciente estándar de su
forma adecuada las recomendaciones derivadas de la evi-            entorno reciba el tratamiento aconsejado. La revisión toma
dencia disponible en relación con la eficacia de los trata-        en cuenta los cambios ocurridos en estos últimos años en
mientos; la distancia entre la teoría, los resultados de la        el conocimiento que debe sustentar nuestra práctica clíni-
investigación y la práctica clínica es muy grande, incluso en      ca, y que reafirman lo ya conocido: que lo más efectivo es
presencia de recursos suficientes. En este sentido, en 1992        la combinación, de forma integrada, de una medicación
la entonces Agencia de Política de Asistencia Sanitaria e          sensata y de un paquete de intervenciones psicosociales
Investigación (AHCPR) y el Instituto Nacional de Salud             que incluyen intervención y apoyo familiar, tratamiento
Mental (NIMH) norteamericanos decidieron crear un equi-            asertivo comunitario, entrenamiento en habilidades socia-
po de investigación sobre esquizofrenia (el Schizophrenia          les, etc. Vamos, toda una sorpresa.
PORT) con el objetivo de obtener información acerca de la
investigación y el tratamiento de esta enfermedad, y de              Pero el título de este comentario alude además a otra si-
mejorar la práctica clínica aplicando dichos conocimientos.        tuación, que al igual que la publicación de la revisión de las
Tras evaluar la asistencia que recibían de forma rutinaria         guías PORT, también parece haber pasado desapercibida:
las personas con esquizofrenia en diversas zonas de EE.UU.         la próxima desaparición de Schizophrenia Bulletin, tal y co-
las conclusiones fueron que ésta era manifiestamente me-           mo la propia revista anuncia en un comunicado publicado
jorable incluso en aspectos básicos como la dosis y duración       en su primer número de este año 2004. El NIMH, que fi-
de los tratamientos psicofarmacológicos, por no hablar de          nanciaba la publicación, ha decidido “cerrar el grifo” y pa-
la aplicación de intervenciones psicosociales firmemente ba-       sarse a otros formatos electrónicos e “interneteros”. Aunque
                                                                   dicen que están buscando algún inversor privado para in-
Correspondencia: J.J. Uriarte                                      tentar mantener la publicación, esta opción se me antoja du-
Correo electrónico: jota.jota@telefonica.net                       dosa, teniendo en cuenta que la financiación pública
juriarte@hzam.osakidetza.net                                       permitía subscripciones a precio simbólico y que una em-

                                                                                         Rehabilitación psicosocial 2004; 1(2):73-4 73
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