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Muñoz M, et al. Intervención con personas sin hogar con trastornos mentales graves y crónicos en Europa

en las grandes ciudades) pusieron las bases para el desarrollo  lescentes que se han escapado de casa o les han echado, o
de servicios de atención más amplios y específicos.             una mujer que tiene que abandonar su hogar porque su ma-
                                                                rido ha tenido un comportamiento agresivo contra ella. El
  Las nuevas tendencias en la atención a personas en si-        primer día que estas personas están en la calle es una muy
tuación SH apuestan por la utilización de intervenciones con    buena oportunidad para intervenir; la intervención en ese
una aproximación comprensiva y asertiva dirigidas a unir        momento tiene más posibilidades de éxito que dos o tres
los servicios fragmentados y que pretenden responder a          años más tarde cuando se han generado nuevos proble-
las necesidades individuales de cada usuario. Además estas      mas y la situación se ha cronificado.
intervenciones pretenden garantizar el acceso a los servicios
de salud general y salud mental a las PSH y realizan la eva-      Además de ampliar el tipo de recursos, también resulta
luación y planificación de los servicios necesarios para un     importante que existan servicios con diferentes niveles de
usuario en particular, acompañamiento a los mismos, y           exigencia; los recursos de muy baja o baja exigencia, es de-
control de los servicios para garantizar la atención, ade-      cir, donde se admita a todas las personas que necesiten
más de realizar una defensa activa de los derechos de los       asistencia, resultan fundamentales para comenzar la inter-
usuarios11. Pero la realidad es que demasiado a menudo          vención con las personas que se encuentran en esta situa-
la acción pública se basa principalmente en medidas de ur-      ción, es decir, que los propios recursos no se conviertan en
gencia más que en verdaderas políticas de alojamiento e         recursos contra la exclusión excluyentes.
integración social; a pesar de que se han producido im-
portantes avances y mejoras en la atención a personas en si-      Finalmente, hemos de reconocer que este tipo de inter-
tuación SH, aún son muchas las dificultades e insuficiencias    venciones supone necesariamente un esfuerzo económico
que hay que superar; en este momento la red de atención         muy importante por parte de los agentes sociales dispen-
a PSH está marcada por la debilísima presencia de la ad-        sadores de los servicios y que, en gran medida, este hecho
ministración, la descoordinación, la desconexión interna y      determina que este tipo de recursos necesiten de grandes lí-
la escasez de fondos y de recursos humanos, además de la        neas de financiación que superan cualquier esfuerzo indi-
existencia de barreras de acceso a los recursos.                vidual. Es por ello que al hablar de intervenciones tengamos
                                                                que referirnos a la financiación de las mismas como un
  Resulta por tanto necesario promover un modelo de in-         elemento clave. La financiación de este tipo de recursos de
tervención individualizado, flexible, que implique a la pro-    amplio espectro difícilmente podrá ser abordada por enti-
pia persona, y que tenga un carácter activo, que no espere      dades religiosas u ONG con buena voluntad pero pocos
a las personas, sino que adopte una postura de búsqueda en      recursos, ya que es necesario contar con una implicación pú-
la detección de necesidades, en la identificación y captación   blica muy importante en la creación y en la financiación de
de las mismas, en situación de exclusión y en el acompa-        los recursos y en la organización de la red. En las estructu-
ñamiento y defensa activa de los derechos de los usuarios       ras políticas implicadas existe, desde hace algún tiempo,
facilitando el acceso y la utilización de los recursos dispo-   un reconocimiento general de la necesidad de luchar con-
nibles. Pero también la política de intervenciones no debe      tra el fenómeno de la exclusión social y, concretamente, en
buscar actuar exclusivamente sobre los grupos excluidos,        lo que afecta a la aparición de PSH. En la Unión Europea
sino también sobre la sociedad que excluye. Este tipo de in-    este interés ha llevado a establecer en las Cumbres de Niza
tervenciones debe concretarse en programas multicompo-          y Lisboa toda una agenda de lucha contra la pobreza y la ex-
nentes que estructuren una red flexible y permeable de          clusión social, cuyo instrumento más potente hasta el mo-
servicios que permita itinerarios y ritmos personalizados, a    mento ha sido la redacción del Plan de lucha contra la
la vez que luche por romper los prejuicios y las barreras de    Exclusión Social, que implica la redacción de Planes Na-
acceso en todos los marcos sociales.                            cionales de Acción en todos los países miembros. Algunas
                                                                Comunidades Autónomas, como la de Madrid, por ejem-
  También resulta muy importante tener diferentes tipos         plo, han redactado de forma casi paralela sus propios pla-
de servicios, que se adapten a los diferentes momentos y ne-    nes complementarios de lucha contra la exclusión social. Lo
cesidades de las personas en esta situación. Por ejemplo, en    anterior unido al reconocimiento por muchas Comunida-
el caso del alojamiento, pensamos que deben existir dife-       des Autónomas de la situación SH como la cuarta en el
rentes tipos para las PSH. A los que existen actualmente, ha-   mundo, que permite la financiación de servicios para esta
bría que añadir algunos como:                                   población con cargo al 0,7% de cooperación, y la implica-
                                                                ción de empresas privadas en la financiación de recursos so-
  1. Albergues temporales, centros de rehabilitación y de lar-  ciales a través de fundaciones y concursos, ha favorecido la
ga estancia, que podrían parecerse a las mini residencias ac-   aparición de nuevos recursos, tanto públicos, como ges-
tuales.                                                         tionados por ONG, durante los últimos años, y abre un
                                                                horizonte de cierto optimismo. Aunque, desde nuestra po-
  2. Centros de intervención en períodos críticos donde         sición, la efectividad de este tipo de intervenciones está hi-
las personas fueran acogidas durante algunas noches sin         potecada por el respeto y la defensa de los derechos
ser un albergue, sino un lugar donde la persona pueda ha-
blar con un profesional y estar más o menos acogido. Este                            Rehabilitación psicosocial 2004; 1(2):64-72 71
recurso sería muy útil para algunos casos como el de ado-
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