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Muñoz M, et al. Intervención con personas sin hogar con trastornos mentales graves y crónicos en Europa
personal que pueda potenciar los servicios personales y el momento, no puedan o no sepan defenderlos. De esta for-
permitir los avances posteriores. ma, es imprescindible disponer de un abanico amplio de ser-
vicios que atiendan las necesidades múltiples de la población
En este sentido cualquier intervención con PSH debería que se encuentra inmersa en este proceso de exclusión,
cumplir unos criterios básicos que garantizasen el respeto con el objetivo de favorecer su integración en su entorno de
y el crecimiento del sentimiento de dignidad personal del un modo normalizado y digno, incorporándola a los cir-
que venimos hablando. cuitos de educación, trabajo, vivienda y salud, evitando el
deterioro de las relaciones sociales que impidan dicha in-
Otras consideraciones sobre la organización tegración. Además estos servicios perseguirán la mutua
de los recursos para personas sin hogar adaptación de los individuos y de su entorno social.
Además de las líneas generales de intervención comen- En España, concretamente, estos servicios para la inclu-
tadas hasta este momento, a la hora de organizar los servi- sión social están en proceso de creación y desarrollo, por lo
cios para PSH deberían tenerse en cuenta algunas otras que no existe aún un modelo de atención claramente defi-
consideraciones, que aparecen resumidas en la tabla 1. nido. En los últimos años en nuestro país se está pasando
de un modelo asistencial, de emergencia y caridad, a un mo-
Resulta evidente la necesidad de un programa de actua- delo de intervención psicosocial y de salud más activo, per-
ciones que permita hacer frente conjuntamente a las prin- sonalizado y con claros objetivos de reinserción. Así lo
cipales manifestaciones de la exclusión social adaptado a una demuestra la aparición en los últimos dos o tres años de
realidad compleja y cambiante. Entendemos que las medi- múltiples programas públicos y privados de atención inte-
das de intervención más importantes deben centrarse en la gral a las distintas poblaciones excluidas (drogodepen-
prevención y progresiva eliminación de los cauces de ex- dientes, personas con trastornos mentales crónicos,
clusión social. Esta labor implica cambios estructurales del inmigrantes, desempleados de larga duración, mujeres víc-
mercado de trabajo, de la protección sanitaria y social y timas de malos tratos, etc.).
de las normas que rigen el mercado de vivienda, princi-
palmente, además de una fuerte labor de sensibilización y En particular, en el caso de las PSH, a pesar del recono-
eliminación de prejuicios en la comunidad. Ese tipo de cimiento general de la naturaleza multicausal del fenóme-
medidas no recaen sobre la actividad del psicólogo, ni de los no, cuando observamos la realidad nos encontramos con
demás trabajadores sociales o de la salud, sino sobre las que la atención se ha centrado tradicionalmente en la co-
estructuras políticas y sociales de las ciudades y países im- bertura de necesidades primarias: alojamiento, comida y ro-
plicados. No por ello podemos olvidarnos de ese campo de pa10,11, estructurados inicialmente en torno a organizaciones
actuación; de hecho, es necesario que las personas e insti- religiosas y de caridad. Más recientemente la aparición de
tuciones implicadas se organicen en grupos de presión que los sistemas de bienestar social y de las leyes de protección
representen y defiendan los derechos de aquellos que, por social, como la Ley de 1982 que obliga a todos los munici-
pios con más de 20.000 habitantes a disponer de servicios
sociales para PSH (y que por desgracia sólo se ha aplicado
TABLA 1. Principios generales de intervención
Trato personalizado
Flexibilidad en la atención
Intervención individualizada y atención integral
Búsqueda activa de las personas en situación de necesidad; no espera pasiva
Acompañamiento
Defensa activa de estos colectivos cuando sea necesario
Implicación de las personas en su propio proceso de integración
Respeto por la persona, evitando actitudes paternalistas y de sobreprotección
Proteger la estructura familiar (por ejemplo, crear recursos para parejas y familias)
Equipos multidisciplinares que garanticen un trato integral y que organicen la intervención sobre tutores personales que
mantengan el trato personalizado, la continuidad de cuidados y el seguimiento continuado (case-management)
Adecuación de los recursos a las características particulares de los colectivos en situación de exclusión
Mejorar las condiciones de los servicios específicos con el objetivo de respetar la privacidad y el derecho a la intimidad de estas
personas
Recursos de diferentes niveles de exigencia. Evitar las normas excesivas, favoreciendo el que la persona mantenga el control sobre
su vida y evitando la institucionalización
Crear recursos que cubran todos los períodos, desde los de crisis personales y sociales, hasta las residencias de larga duración
Intervenciones dirigidas a actuar no sólo sobre la persona excluida, sino sobre la sociedad que excluye
70 Rehabilitación psicosocial 2004; 1(2):64-72