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Evaluación en Unidades de Rehabilitación Hospitalaria: un Balance entre Síntomas, Funcionalismo, Necesidades, Expectativas y…

Ward Atmosphere Scale30. En cambio otras escalas                 funcionar en una vida autónoma. También es necesario
intentaban sistematizar la observación de comportamien-          poder identificar aquellas conductas que con un grado de
tos mediante la codificación en una serie de ítems relacio-      soporte o cuando el ambiente lo permite se puedan ejecu-
nados con el comportamiento que mostraban en la unidad.          tar de manera competente, y que las metas que se elijan
Entre estas, destacamos una escala que continúa utilizán-        para intervenir en la unidad deben ser específicas y eva-
dose en la actualidad que es la Escala de Observación de         luables; con lo cual se asegurará el progreso en la rehabili-
las enfermeras para la evaluación de pacientes inter-            tación.
nados31,32,33,34, donde después de un periodo de observa-
ción de tres días se evalúan 80 ítems, existe una versión de     2.3. Estudios de las tipologías y
30 ítems, que corresponden a siete factores competencia                 discapacidades en los Trastornos Mentales
social, interés social, cooperación, aseo personal, irritabili-         Severos
dad, psicosis manifiesta y depresión psicótica.
                                                                    En este último punto analizaremos algunas de las inves-
   Esta aproximación se la denominó «enfoque de la tera-         tigaciones que han evaluando las capacidades funcionales
pia del medio», y no fue la única, ya que de forma para-         de las personas con trastornos mentales graves y persisten-
lela se diseñaron programas basados en la metodología            tes, que de manera genérica muestran cuatro grupos que se
conductual. Ayllon Azrin (1965,1968)35,36 en el trabajo          diferencian en los niveles de autonomía.
clásico sobre la modificación de la conducta en trastornos
crónicos mediante la economía de fichas, nos indicaban              En el Estudio de las características de los Trastornos Mentales
los principios básicos de la evaluación en unidades hos-         crónicos (Desviat, Fernández-Líria, Rendueles; 1986)39, se
pitalarias, que eran la observación la conducta disruptiva       describía la tipología de los Trastornos Mentales que for-
en su contexto y el registro observacional de esta. Poste-       maron parte de un proceso de desinstitucionalización en la
riormente, Matson (1980)37 utilizó el análisis funcional         Comunidad de Madrid, encontraron cuatro grupos de los
como herramienta de evaluación y como modo de exami-             cuales tres que tenían que ver con la rehabilitación psico-
nar la relación entre conductas diana y las condiciones          social. Un primer grupo que sería un «Remanente manico-
ambientales que la precedían (o antecedentes), y cuales          mial», «Usuarios de posible externalización», y «pacientes cró-
eran las contingencias consecuentes o respuestas ambien-         nicos adultos jóvenes» (consumidores de gran cantidad de
tales. En este contexto se construyeron algunas escalas, que     servicios, crisis permanente, consumidores de tóxicos,
buscaban definir una línea base conductual y que pudieran        poco seguimiento de las normas y tratamientos) que te-
objetivar el cambio de los programas conductuales de             nían un elevado riesgo de ingreso en las unidades de reha-
rehabilitación. Destacamos la escala REHAB, que poste-           bilitación intensiva.
riormente veremos con más detalle, porqué existe un tra-
bajo que muestra el cambio conductual evaluado median-              Estudio de Reubicación de los Trastornos Mentales Graves del
te esta escala en una serie de usuarios institucionalizados      Hospital Psiquiátrico de Salt (Cid J y Gisbert C, 2001)40. En
después de la aplicación de un programa de economía de           nuestro medio, el Hospital Psiquiátrico de Salt empezó el
fichas38.                                                        proceso de reorganización del antiguo manicomio en
                                                                 1997, creando tres líneas diferenciadas: Psicogeriatria,
   Por otro lado, Hall (1990)28 daba las claves de qué áreas     Retraso Mental y Trastorno Mental Severo-Larga Estancia.
a evaluar según las tareas que se realizaban en el hospital.     Esta última moderniza su nombre en el 1998 y pasa a lla-
Estas áreas eran las capacidades de cuidado, domésticas y        marse Servicio de Rehabilitación. El nuevo servicio, tenía
sociales, y habilidades de planificación de actividades. De      y tiene, como objetivo prioritario mejorar la calidad de
ello se derivaba que el ámbito hospitalario debía ser capaz      vida de los trastornos mentales crónicos que están institu-
de identificar y seleccionar las áreas de la rehabilitación      cionalizados. Para ello debía implementar progresivamen-
psicosocial a evaluar, debía operacionalizar las habilidades     te la filosofía de la rehabilitación psicosocial en el marco
o conductas diana a observar, definir el procedimiento de        del hospital psiquiátrico, para así de modo progresivo lle-
registro y registrar la conducta durante un tiempo deter-        gar a funcionar como un Servicio de Rehabilitación
minado. La posterior operativización de estas conductas          moderno que pudiera recibir aquellos usuarios de la comu-
mediante indicadores de frecuencia e intensidad, nos indi-       nidad que necesitaran programas de rehabilitación más
carían el grado de discapacidad y de habilidades preserva-       intensivos. Todo este proceso se dinamizó con la construc-
das en cada área. Estas serían la línea base en la que se        ción de un nuevo edificio de dos plantas, por lo que fue
fomentará el trabajo de rehabilitación de estas áreas defici-    necesario plantearse como organizar la reubicación de los
tarias. Otro elemento clave, que enfatizaba hace referencia      usuarios para así planificar el funcionamiento del nuevo
a las conductas objetivo u metas, que se iban a trabajar en      servicio. Un objetivo clave era crear grupos de usuarios
la unidad debían de ser específicas, ajustarse a las incapa-     que en función de su deterioro psicosocial pudieran com-
cidades y debían monitorizarse para conocer el grado de          partir programas de rehabilitación. Para nuestro propósito
mejoría.                                                         no sólo teníamos la experiencia de la transformación de los
                                                                 hospitales psiquiátricos mencionados anteriormente sino
   En resumen, estos trabajos nos permiten delimitar los         que contábamos con la posibilidad de aplicar los conoci-
elementos clave de la evaluación en la URH, con lo que           mientos de la rehabilitación psicosocial41, 42. La aparición
podemos concluir en lo que concierne a la evaluación en          de métodos estandarizados e instrumentos de medida que
unidades de hospitalización, que la unidad debe ser un           miden la discapacidad y minusvalías asociadas a la enfer-
espacio que permita la observación de las conductas que          medad mental nos facilitaban nuestro propósito de estudio
conforman el repertorio conductual del deterioro psicoso-        que es la búsqueda de grupos de individuos homogéneos
cial. Deben de poder registrarse de manera adecuada con
indicadores de frecuencia e intensidad, las áreas que nos
indican si existe un deterioro en las capacidades para poder

                                                                 Evaluación en Rehabilitación Psicosocial 215
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