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Cristina Gisbert y Jordi Cid Colom
Aunque no profundizaremos en la realización del PIR, permitir evaluar las conductas que se dan por exceso y por
al que se le dedica un capítulo de este libro, si que que- defecto, que posteriormente nos indicaran las discapacida-
ríamos resaltar las particularidades que nos proporciona el des y las habilidades preservadas. En segundo lugar, es
marco del ingreso hospitalario en la elaboración del recomendable que el equipo de la unidad mantenga una
mismo, y por este motivo nos centraremos en aquellos actitud de observación conductual, ya que no sólo los refe-
aspectos relacionados con la evaluación en un contexto rentes del caso (psiquiatra, psicólogo, enfermería, auxilia-
hospitalario, requisito necesario para su realización. Un res de enfermería, trabajo social, terapeuta ocupacional y
elemento distintivo de la URH es que la evaluación es educador social), pueden aportar información relevante,
multidimensional (distintas área del deterioro psicosocial) sino otros miembros no asistenciales de la URH o de otras
y mutifactorial (sujeto, familia, entorno social, entorno unidades pueden aportar información que puede ser será
hospitalario). En una unidad de hospitalización 90, en el relevante y esta información debe integrarse en el área de
que es básico el funcionamiento en equipo multidiscipli- competencias y debe utilizarse en función de la represen-
nar, la recogida de información para la elaboración del PIR tatividad del área evaluada. En tercer lugar, hay dos nive-
la realizan los distintos profesionales del equipo de rehabi- les de evaluación, un nivel general y global del deterioro
litación que estén implicados en el seguimiento del caso, psicosocial que nos indicaría cómo esta aquella persona en
psiquiatras, psicólogos, enfermeros, auxiliares, terapeutas cada área que recoge el PIR, sería el símil de una radio-
ocupacionales, trabajadores sociales, etc. Cada profesional grafía donde de manera estática veríamos lo que ocurre; y
aportará un parte de la información, por lo tanto la coor- otro nivel más molecular, más dinámico que sería evaluar
dinación y el funcionamiento en equipo será imprescindi- la conducta del individuo en el día a día de la unidad en
ble para obtener una evaluación completa del usuario. función de las metas asignadas y tareas durante la semana,
o quincena. Esta evaluación sería continuada basada en el
La participación de distintos profesionales implica que feedback y ayuda a plantear nuevas metas. Es importante
existan distintos sistemas de recogida de información para este nivel delimitar qué conductas o habilidades hay
(registros, escalas, informes) y de evaluación (auto-regis- que registrar y medir.
tros, escalas, cuestionarios, tests y entrevistas). Esta eva-
luación debe estar organizada y es imprescindible que Vayamos a comentar los aspectos relevantes de la eva-
estén claramente definidos cuáles son los procedimientos a luación de estas áreas en la URH, y qué aspectos de la
seguir para evaluar cada área del PIR. Además, la URH observación de la conducta son relevantes en cada área,
como lugar idóneo para observación de la conducta debe- pero antes una aclaración, es conveniente tener en cuenta
rá crear y elaborar registros conductuales de aquellas áreas el criterio de individualización de la evaluación, y que el
donde quiera realizar observaciones sistemáticas. Para ello, uso de escalas, cuestionarios y test que se utilicen en la
será necesario definir los criterios operacionales de las con- evaluación deben de estar validados a nuestro entorno, este
ducta objetivo a registrar, intervalos de registro, frecuen- criterio es el que utilizamos en su elección y recomenda-
cias y él matching (cuando y quien) las realizará. ciones.
De manera más específica, en lo que concierne a las VARIABLES HISTORIA CLÍNICA: En la anamne-
hojas de registros, reseñar que la información del día a día sis se recoge información de la historia clínica respecto la
debe ir más allá del registro de incidencias clásico y tiene historia de la enfermedad, ingresos previos, antecedentes
que hacer hincapié no solo en la repercusión de la sinto- personales y familiares, enfermedades somáticas y riesgos
matología psiquiátrica en el individuo, la toma de medi- específicos previos (suicidio, agresión, consumo de sustan-
cación en las alteraciones conductuales, debe fijarse en el cias, conflictos justicia). En el área sintomática se iden-
funcionalismo, en el repertorio conductual y actividades tificarán los síntomas positivos, negativos, y desorganiza-
que muestra en función de las restricciones o condiciones dos el deterioro observado en el área cognitiva y el impac-
de ingreso. Esto implicará tener distintos tipos de regis- to de estos síntomas en el funcionalismo. Es recomendable
tros: incidencias, control de tóxicos y problemas conduc- ir más allá de la observación clínica y exploración psicopa-
tuales, asistencia a las actividades, cumplimiento (actitud tológica, y utilizar cuestionarios como el BPRS (Overal y,
y compromiso) de las actividades, autocuidados, salidas, Gorham, 1962)91 o entrevistas estructuradas como la
visitas, etc. A modo de ejemplo, una buena guía para la PANS (Kay, Fiszbein, Opler, 1987)92 para la objetivación
creación de registros del funcionamiento del usuario va a de los síntomas. Para más información acerca de la evalua-
ser utilizar los apartados de la Escala Rehab o HoNOS, ción psicopatológica consultar el capítulo 7 de este libro.
que en el siguiente apartado veremos. En todas ellas es
importante especificar el grado de soporte necesario para Un elemento interesante de incorporar en la evaluación
cada una de las áreas a evaluar. A modo de ejemplo, en el sintomática son aquellas escalas que evalúan los elementos
área de la ducha, existen diferencias entre el acordarse o no subjetivos y experienciales relacionados con la psicosis, al
acordarse de que uno se tiene que duchar tres veces a la ser una herramienta útil que facilita el enganche con el
semana, y del día que debe de ducharse. Además es dis- paciente psicótico. De entre otras destacamos, El
tinto si realiza este autocuidado sin ningún problema, o se Cuestionario de Creencias sobre las Voces (Chadwick,
olvida de limpiarse alguna parte del cuerpo por dificulta- Lees y Birchwood, 2000)93: que consta de tres escalas
des en la secuenciación de las distintas partes del cuerpo para medir creencias sobre las voces (Malevolencia,
durante la ducha o ser dependiente en el área de la ducha. Benevolencia, Omnipotencia) y dos escalas para medir
El grado de intervención será distinto en cada uno de ellos afrontamiento conductual (5 ítems) y emocional (4 ítem)
y las consecuencias. La Escala de Creencias Evaluativas
Por último tres sugerencias importantes, la organiza- (Chadwick y Birchwood, 19995) 94 que evalúa las
ción de la URH, con sus consiguientes programas donde creencias (valor, fracasado, inferioridad y simpatía) de uno
se realizan asambleas, actividades grupales de autocuidado mismo y los demás, y Cuestionario sobre Creencias
y psicoeducación, talleres y actividades de ocio, debe de
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