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La atención a personas con enfermedad mental en los centros residenciales: gestión de errores y oportunidades de mejora
de cambio, mejora y transformación continua, y aún el primero la fomente y la potencie, para que el segundo
antes la de imperfección (a estos fines puede contribuir la haga suya. De hecho los profesionales que carecen de
el decálogo recogido en la tabla 1). Lo que se para, lo esperanza en sí mismos, «realmente no pueden aplicar
que se queda quieto, se estanca. una orientación hacia la recuperación»5, entendiendo esta
como «un proyecto multidimensional y continuo, a largo
Ante todo humanidad plazo»24. Sin esperanza no hay futuro.
Cariño, afecto, ternura, ayuda, amparo, auxilio, pro- Conclusión
tección, atención, asistencia, cuidado, apego, aprecio,
simpatía, interés, empatía… son todas palabras básicas La realidad de los centros residenciales que atienden
en el trato con los usuarios, aunque la faceta profesio- a personas con enfermedad mental necesita de un cam-
nal-experto, muy extendida, propugne lo contrario y bio en ciertos planteamientos erróneos que desorientan
opte por la frialdad aséptica del cirujano. La cercanía y hasta tergiversan su labor. Se necesita la complicidad
con la que trabaja el profesional con el usuario, la fina- y el compromiso de todos los profesionales para conse-
lidad del profesional respecto al mismo, guiarle en su guir la transformación de esas situaciones-problema
recuperación, así como la carga emocional que acom- que, de un modo normalizado, se han ido introducien-
paña esta relación, aconsejan de pleno el fomentar esa do, por error, en su desempeño profesional diario. La
faceta más humana. Por tanto se debe desechar cual- base para conseguir el cambio puede tener como punto
quier tipo de deshumanización, ya que la misma de partida la puesta en marcha de las propuestas de
«nubla el pensamiento y niega a otras personas su con- acción o medidas que han sido presentadas: 1) Evitar
dición de seres humanos»11. modelos jerárquicos de gestión. 2) Priorizar la persona
respecto a la enfermedad. 3) Favorecer el empodera-
Es bueno advertir que el trato humano se puede tra- miento. 4) Actuar con flexibilidad. 5) Utilizar la com-
bajar y mejorar, pero tiene que formar parte de la pro- prensión. 6) Autocompletar la profesionalización. 7)
pia persona en forma de valores, actitudes y habilida- Proceder con humanidad. 8) Ofrecer esperanza. 9)
des personales. A continuación se detallan algunos Tomar el decálogo de mejora como referente de la labor
valores, actitudes y habilidades deseables: profesional. Elegir este camino continuo y sin límite en
el tiempo es el modo más positivo de conseguir un
• Valores: tolerancia, compromiso, humanidad, desempeño laboral de calidad que aumente las posibi-
voluntad, esfuerzo, entusiasmo, gratitud, felici- lidades de recuperación de las personas usuarias del ser-
dad, servicio, honestidad, nobleza, esperanza, vicio. Más que nunca, depende de todos el que se haga
amor, etc. o no realidad.
• Actitudes: de escucha, de ayuda, de acompaña- Bibliografía
miento, de crecimiento, de responsabilidad, de
respeto, de colaboración, de empatía, de dedica- 1. Pérez Serrano, G. (2004). Pedagogía Social-Educación Social.
ción, de comprensión, de aprendizaje y actualiza- Madrid: Narcea.
ción, de motivación, de reconfiguración y mejora
de la realidad, etc. 2. Ugalde, M. (2003). Los componentes básicos de la calidad
total. En, Setién, M. L. y Sacanell, M. (Coords.) (2003). La
• Habilidades personales: autoconocimiento, cre- calidad en los Servicios Sociales: conceptos y experiencias. Valencia:
atividad, sentido del humor, autodominio, reso- Tirant lo Blanch. 19-23.
lución efectiva de situaciones problemáticas,
adaptación a los cambios, toma positiva de deci- 3. Liberman, R. P. (2006). Caveats for psychiatric rehabilita-
siones, desenvolvimiento empático, comunica- tion. World Psychiatric, volume 5, number 3, 158-159.
ción asertiva, pensamiento crítico, flexibilidad,
facilidad para el establecimiento y la mejora de 4. González Vadillo, J. L. (2003). El papel de las conversaciones
las relaciones interpersonales, optimismo, inteli- en el cambio de las organizaciones. In, Setién, M. L. y
gencia emocional, etc. Sacanell, E. (Coords.) (2003). La calidad en los Servicios
Sociales: conceptos y experiencias. Valencia: Tirant lo Blanch. 52-
No perder la esperanza 58.
La esperanza «es el catalizador del proceso de recupe- 5. Farkas, M. (2007). The vision of the recovery today: what it
ración»23, se significa como un factor fundamental para is and what is means for services. World Psychiatry, volume 6,
las personas con enfermedad mental; por lo tanto, la number 2, 68-74.
máxima no perder la esperanza sirve tanto para el profe-
sional como para el usuario, pero es muy importante que 6. Mora Teruel, F. (2004). ¿Enferman las mariposas del alma?:
cerebro, locura y diversidad humana. Madrid: Alianza.
7. Rössler, W. (2006). Psychiatric rehabilitation today: an over-
view. World Psychiatric, volume 5, number 3, 151-157.
8. Leal Herrero, F. (1993). Salud mental: el hombre en su laberinto.
Valladolid: Editora Médica Europea.
Rehabilitación Psicosocial 2010; 7 (1 y 2): 45-52 51
