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La atención a personas con enfermedad mental en los centros residenciales: gestión de errores y oportunidades de mejora

(Plan Individualizado de Atención Residencial) y los      tudes de acomodamiento. 7) La falta de trato humano
acuerdos. Sin embargo, dichas normas, PIAR y              de algunos profesionales o, por decirlo de otro modo, la
acuerdos o cualquier otro material que se utilice de      excesiva «profesionalidad» y la carencia de habilidades
cara al usuario deben servir para dar un sentido a la     personales, algo sobre lo que se incidirá más adelante.
intervención, en ningún caso como barreras hacia
la persona o licencias que dificulten y coarten su        Calidad centrada en la persona
autonomía. «La coerción tiene el efecto de reducir la
fuerza del yo. La obediencia no fomenta el desarrollo        Una persona constipada no es un constipado, pero si
del sentido y el objetivo en la vida y, por lo tanto, es  hablamos de una persona con enfermedad mental deci-
una barrera para la recuperación»5.                       mos con total normalidad: «Es un enfermo mental».
                                                          Anteponemos la enfermedad a la persona. Algo que a
   Se está haciendo referencia aquí, en definitiva, a     nivel social se resume en un axioma tan básico como
ciertos factores que contribuyen a los ejercicios de      decir que «la enfermedad mental sigue teniendo estig-
autoridad y empoderamiento de los profesionales res-      ma y el que la padece está marcado»6.
pecto a la persona usuaria del servicio. Recogiendo los
mismos, incluyendo también algunos nuevos, hablarí-          Aunque en los servicios residenciales pueda estar
amos de los siguientes: 1) El estigma de llamarse enfer-  extendida la terminología «personas con enfermedad
mo mental o la inexistencia de la persona respecto a la   mental», la realidad muestra que realmente el concep-
enfermedad. 2) Las vidas marcadas por una toma de         to persona y el trato como tal se olvidan o caen en desu-
decisión externa, falta de control y autonomía. 3) La     so con bastante frecuencia. Con lo cual, el estigma no
continuidad de la falta de control y la asunción del      desaparece dentro del servicio sino que, en ocasiones, se
mismo, de forma «necesaria» por parte de los profesio-    incrementa.
nales. 4) La jerarquía del servicio, más piramidal que
horizontal, que supedita al usuario al último peldaño.       Existen múltiples trabajos científicos que demues-
5) La asunción de cierta autoridad y empoderamiento       tran que el estigma y la estigmatización percibida tie-
desde la jerarquía, las normativas, los PIAR y los        nen efectos adversos sobre las personas que lo sufren.
acuerdos, y desde la visión reduccionista experto-        Efectos como «la desmoralización, la disminución de
paciente. 6) El miedo por parte de los profesionales a    la calidad de vida, la falta de trabajo y la reducción de
dar más autonomía a los usuarios, lo que se transforma    las redes sociales. Una vez que se le aplica la etiqueta
en vidas controladas, situaciones de dependencia y acti-  ’enfermo mental’ y que toma conciencia de los este-

TABLA 1. Decálogo del buen profesional

      1. El usuario es una persona igual que tú y tiene los mismos derechos.

      2. Tú principal finalidad laboral debe ser la de guiarle del modo más efectivo y constructivo posible en el proceso hacia su recu-
           peración.

      3. Un trato verdaderamente profesional es aquel que propende un trato humano y no desvirtúa a la persona.

      4. Las posiciones jerárquicas, las muestras de autoridad y las acciones de empoderamiento sólo conducen al error y son contra-
           producentes.

      5. Debes dirigirte hacia la búsqueda y la construcción diaria de un trimonio equilibrado (formación académica + experiencia refle-
           xionada + valores, actitudes y habilidades personales), que mejore de forma continua tu desempeño profesional.

      6. Mejora el trato humano a través del trabajo y la potenciación de valores, actitudes y habilidades personales.

      7. Realiza diariamente una evaluación de tu labor y reflexiona sobre tus aciertos y errores, con el fin de potenciar los primeros y
           reducir los segundos.

      8. No veas a la persona desde la enfermedad sino a la enfermedad desde la persona.

      9. Convéncete de que la recuperación es posible en todos los casos: tu esperanza y optimismo, son los suyos.

    10. Si no te gusta tu labor, si te disgusta lo social, busca otro trabajo y no fuerces la situación.

    Esta herramienta, que recoge en parte las anteriores propuestas, puede guiar día a día la labor de los profesionales, con-
    tribuyendo a su mejora y, por ende, a la mejora del servicio desde un trato de calidad al usuario.

                                                          Rehabilitación Psicosocial 2010; 7 (1 y 2): 45-52 47
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