Page 210 - GUIA DE INTERVENCION FAMILAR EN LA ESQUIZOFRENIA
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Para evitar que el impacto de la enfermedad llegue a debilitar a la familia, conviene advertirla de lo prolongado
de la atención que les espera, así como del peligro de convertir al paciente en el centro no deseado de sus vidas.
Normalizar la rutina familiar significa, sobre todo, establecer vínculos extrafamiliares y no descuidar la vida
social de cada miembro.
Convivir con una persona afectada de esquizofrenia, puede reducir la motivación para tales vínculos. Por ello,
hay que insistir en que cuidar la estabilidad y el bienestar propio es el mejor modo de ayudar al paciente. El
mensaje básico es: “para poder cuidar hay que cuidarse”. En el 2º Módulo, se abordará nuevamente y de forma
extensa este importante tema del autocuidado familiar
Anderson et al. (1986), señalan una serie de argumentos y razones básicas para mantener contactos y vínculos
extrafamiliares, que se adopta de forma modificada:

       •	 Los contactos sociales pueden servir para aliviar “temporalmente” a los familiares de la carga cotidiana
             que supone el cuidado del paciente.

       •	 Los contactos sociales evitan la concentración excesiva en el paciente.
       •	 Los contactos sociales pueden ayudar a los miembros de la familia en situaciones de crisis,

             proporcionándoles apoyo emocional e instrumental.
       •	 Los contactos sociales facilitan la potenciación de la red social de los miembros y evitan el aislamiento

             asociado a la estigmatización.
       •	 Los contactos sociales suelen proporcionar “energías renovadas” para el afrontamiento del cuidado

             diario del paciente.

210 Guía de intervención familiar en la esquizofrenia
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