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REVISIONES

Tendencias en Psiquiatría comunitaria o
¿dónde estamos y adónde podemos ir?

M. Desviat

Psiquiatra, consultor OMS/OPS, Director Médico del IPSSMJG (Leganés). Coordinador de Salud mental. Área 9. Comunidad de Madrid:

  Parece que no son los mejores tiempos para la salud            destinadas a grupos marginales o a experiencias pilotos
mental comunitaria. Al menos para la Psiquiatría comu-           sobre poblaciones en riesgo. A los pobres, a los excluidos,
nitaria pensada desde la universalidad y el empowerment,         a los sujetos frágiles. Sin embargo, hay un dónde y hay un
como toma a cargo de la salud mental por la comunidad,           cómo para que podamos hablar de Psiquiatría comunita-
como salud colectiva. No son buenos tiempos, cuando la           ria. Hernán San Martín y Vicente Pastor, en un libro pu-
competencia desplaza a la solidaridad, y los gobiernos in-       blicado en 1988, momento de gran actualidad de la
troducen las leyes del mercado en los sistemas de protec-        atención comunitaria en España (la Ley General de Sani-
ción social. La pérdida de valor del estado del bienestar,       dad se aprueba en 1986), precisan con claridad qué pode-
como condición al desarrollo socioeconómico, se acom-            mos entender por Medicina comunitaria:
paña de la pérdida de los valores sanitarios forjados tras
la II Guerra Mundial, la lucha contra la enfermedad, pero          “Se puede hablar de “salud comunitaria” cuando los
también contra los factores sociales que la favorecen; pér-      miembros de una comunidad, conscientes de constituir una
dida que rápidamente nos está llevando a un desgaste de          agrupación de intereses comunes, reflexionan y se preocu-
los conceptos, a una dilución de los principios, tanto en        pan por los problemas de salud de la comunidad, expresan
la Psicopatología, arrinconada por un saber instrumen-           sus aspiraciones y necesidades, y participan activamente,
tal, como en la organización de los servicios de atención.       junto a los servicios de salud, en la solución de sus proble-
Cuando se dice que todo vale, que todos los plantea-             mas, a través de los programas locales de salud. En reali-
mientos son posibles, gana la ausencia de principios, y la       dad, lo que llamamos “salud comunitaria” es el programa
rentabilidad se constituye en la única norma.                    de salud pública local, planificado en base a los problemas y
                                                                 necesidades de cada comunidad, ejecutado con la participa-
  Esta dilución de valores y conceptos nos lleva a necesi-       ción de la comunidad. Se trata de una estrategia para apli-
tar detenernos sobre qué entendemos hoy por cuestiones           car localmente los programas de salud pública, y no de una
que estaban muy claras hace escasas décadas. Como suce-          especialidad nueva de la salud pública, y menos de la medi-
de con la Psiquiatría comunitaria, pues para tratar de ella, de  cina”3.
su realidad y de sus tendencias, primero tenemos que po-
nernos de acuerdo sobre qué entendemos por salud co-               En esta cita quedan definidas las condiciones políticas,
munitaria, de qué estamos hablando cuando hablamos de            organizativas y técnicas, que configuran la Medicina co-
Psiquiatría comunitaria. En sentido estricto, la Psiquiatría     munitaria y, por tanto, la Psiquiatría comunitaria. En
comunitaria surge en el contexto de la política desinstitu-      primer lugar, como en cualquier otra actividad que se
cionalizadora de EE.UU. en los pasados años sesenta; y se        quiera comunitaria está la presencia de la comunidad, el
extiende por todo el mundo llegando a designar el mode-          protagonismo de la ciudadanía, de la población organiza-
lo clínico asistencial de la reforma psiquiátrica de los dife-   da, sobre su salud, sobre las políticas que afectan a la vida
rentes procesos que constituyen lo que hoy llamamos              de las personas que la constituyen. Parece obvio, pero
reforma psiquiátrica (desde la psiquiatría del sector fran-      con frecuencia hay “ausencia de la comunidad”, como
cesa a la reestructuración psiquiátrica en América lati-         diría Blanchot4, en las prácticas que se consideran comu-
na)1,2. Su generalización llega a definir cualquier actividad    nitarias, pues para que exista “comunidad” es preciso
profesional con tal que se realice fuera de los hospitales       que el entramado poblacional pueda participar, tenga ac-
psiquiátricos o de las Unidades de Psiquiatría de los hos-       ceso a las decisiones y capacidad para involucrarse.
pitales generales. Y más aún, hay quienes están interesa-
dos en confinar la Psiquiatría comunitaria a las prácticas         Es preciso que la comunidad se convierta en sujeto so-
                                                                 ciológico que gestiona o participa activamente en la ad-
Correo electrónico:                                              ministración de aspectos fundamentales de las
manuel.desviat@madrid.org                                        necesidades colectivas, atenta a la potenciación de su ca-
                                                                 pacidad, de su empowerment (concepto acuñado por
30 Rehabilitación psicosocial 2004; 1(1):30-33                   Rappaport [1993] y que viene a significar en nuestra len-
                                                                 gua el traspaso a los ciudadanos, grupos, organizaciones
                                                                 y comunidades del poder y la capacidad de tomar deci-
                                                                 siones que afectan a sus vidas o “apoderamiento”). Una
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