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Desviat M. Tendencias en Psiquiatría comunitaria o ¿dónde estamos y adónde podemos ir?
definición que queda muy lejos de la capacidad de las ex- de los pacientes. Se busca la integración del cuidado a
periencias comunitarias, aun de las más avanzadas, y que través de la continuidad de tratamiento, vencer la frag-
está siendo el objetivo de los movimientos de usuarios de mentación de los servicios sanitarios, sociales y demás re-
salud mental en todo el mundo. Desde la poderosa cursos comunitarios (para lo cual son imprescindibles,
Alianza Nacional para el Enfermo mental (NAMI), fun- entre otros, los programas de gestión de casos o segui-
dada en 1979 (en Madison, Wiscosin), que en el año miento). Implica un modelo de salud pública que tras-
2000 tenía más de 1000 filiales en EE.UU. con 220.000 ciende la mera asistencia clínica, centrada en el enfermo
miembros en 50 estados (organizaciones identificadas en como asiento individual de patología, para proyectarse
sus orígenes con el Movimiento de Mujeres o el Movi- en la comunidad tratando de producir cambios positi-
miento de los Derechos Civiles del Negro que pretenden vos en sus instituciones: colegios, empresas, asociaciones
la conquista de los derechos civiles para los enfermos ciudadanas, y en la comunidad misma, a fin de modificar
mentales y alternativas de autoayuda y servicios); a los los factores que predisponen a la enfermedad y posibili-
movimientos de los países del norte de Europa, donde fa- tar más bienestar o al menos la información necesaria
miliares y usuarios están asociados a estados del bienestar para una vida más saludable. Conlleva una discrimina-
desarrollados con amplia cobertura social y sustentados ción positiva que prioriza los grupos de riesgo y la aten-
mayoritariamente en organizaciones no gubernamentales ción al paciente grave y al paciente psicótico crónico, sin
(ONG), y al amplio movimiento de usuarios en Brasil, abandonar por ello el resto de los trastornos, desde la
incardinado en la sociedad civil, que está forzando nue- atención a esos síntomas mínimos persistentes, patolo-
vas y creativas formas de actuación comunitaria. gías del existir, a los trastornos de la personalidad. Se
pretende la prevención y promoción de la salud integra-
La actividad comunitaria exige, pues, el trabajo en un da con la prevención secundaria y la rehabilitación.
territorio determinado y la capacitación de la población
para hacer frente a sus problemas de salud; o dicho de Modelo de atención que encuentra su correspondencia
otra manera, ejercer el poder sobre uno mismo y su pro- con el Sistema Nacional de Salud. Una atención que exi-
pio contexto. Acción de salud mental en la comunidad ge una organización zonificada del sistema sanitario y la
que supone algo más que un cambio de técnicas; implica universalidad y la equidad en la atención a la salud, es de-
nuevas actitudes en el quehacer cotidiano de las profesio- cir: exige servicios públicos de salud, un sistema que haga
nes sanitarias y, por supuesto, una planificación y orde- posible la determinación de prioridades y la planifica-
nación de los sistemas públicos que la posibiliten5. ción, la colaboración con servicios sociales y otros servi-
Supone que la responsabilidad de la sanidad pública ya cios comunitarios, y el desarrollo de la Atención Primaria
no es sólo la reparación del daño, la «curación», sino ha- de Salud.
cerse cargo del cuidado sanitario de la población, de la
demanda que acude y de la que no accede a los servicios. De la Psiquiatría preventiva de Gerarld
Importan los casos que prevalecen, no sólo los que se Caplan a la última edición del tratado
“curan”. El sujeto de la intervención sanitaria se traslada de psiquiatría de Harold Kaplan y
del sujeto enfermo a toda la población. Acción comuni- Benjamín Sadock
taria que va a caracterizarse por tres desplazamientos: a)
del sujeto enfermo a la comunidad; b) del hospital a la No en vano la medicina comunitaria, sus principios y
comunidad, y c) del psiquiatra al equipo. objetivos, se inscriben en el movimiento de transforma-
ciones sociales, en el proceso de reordenación de las polí-
O en palabras de Jacques Hochmann, la difusión de ticas sociales y económicas iniciadas tras la II Guerra
tres poderes: del beneficio terapéutico, del espacio tera- Mundial, cuando se busca combatir las desigualdades so-
péutico y del poder terapéutico6. ciales y, por tanto, la legitimación de los gobiernos a tra-
vés de la mejora de las prestaciones públicas. Es en este
En la ordenación de los servicios se pasa del servicio de contexto, en el horizonte político del estado del bienestar
Psiquiatría a los servicios de Salud Mental. Algo más que y en el marco propicio de la reordenación de los sistemas
un cambio de nombre, como bien dice Benedetto Sarace- públicos de salud, especialmente del Sistema Nacional de
no7, significa una nueva formulación de la políticas asis- Salud (universal, territorial, descentralizado) como for-
tenciales y el paso del abordaje biomédico al abordaje ma de legitimación de los gobiernos socialdemócratas,
biomedicosocial, con una mayor pluralidad y horizonta- donde se pudo desarrollar la medicina y la salud mental
lidad de los equipos. Encarna el reconocimiento de la im- comunitaria. Son los tiempos de énfasis en la prevención
portancia de la función de la comunidad, no sólo como y en los factores sociales; del desplazamiento del eje de la
usuaria, sino como generadora de recursos que deben atención desde la asistencia hospitalaria a la Atención
aliarse con los específicamente técnicos; el reconocimien-
to de la importancia de las actividades intersectoriales Rehabilitación psicosocial 2004; 1(1):30-33 31
entre los diferentes proveedores de servicios: sociales, sa-
nitarios, comunitarios; el reconocimiento de los derechos