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Larizgoitia-Jauregi
Anexo 3. Características del Club Social que interesan a los socios
• Y ¡la libertad!, la libertad que tenemos en las asambleas: para mirar cosas para hacer. (Mari Mar). Lo veo bastante
bien, en el sentido de que no hay nadie que te esté presionando ni nada. Ahí se ve cómo es uno en realidad,
cuando te dejan hacer lo que te interesa y sin presionarte, ni nada. Aquí te dan un poco más de flexibilidad, en el
sentido de que no te meten prisa: la presión es como si no existiera. Es una forma que te hace ser tú mismo. Al
final: eliges lo que quieres, ¿no?, no lo que quieren los demás que quieras. (Jokin)
• Creo que el club social es un sitio donde no existe la palabra “no puedo”, sino “yo quiero”. Me he dado cuenta de
que la literatura es mi don, aprendo mucho. Ramón, cuando escribo, siempre: ¡Qué imaginación¡ (Eli)
• Ponerse en lugar del otro, según cuales son las circunstancias de cada uno, ¡es difícil!, ¡casi imposible!, pero ¡hay
gente que sí puede! Cuando tengo un problema, no me dice nunca la solución, ¡Javi me escucha! (Javi R)
• Y por supuesto que hay tareas para hacer, y debemos aprovecharlas un poco también, por nuestro bien, el de
cada uno. Eso hace que nos sintamos más a gusto y que dependamos un poco más de cada uno de nosotros. El
colaborar un poco nos hace ser más nosotros mismos (Jokin)
• Tenemos participación, porque el miércoles nos reunimos en asamblea y cada uno dice lo que quiere hacer, cómo
ha ido la semana. Eso es participación, mientras que en otros sitios les falla la participación. (Eli)
• Es muy importante, que participe la gente con enfermedad, que diga su opinión, que tenga un cargo, que se le
escuche. (Eli)
Anexo 4. Significado del Club Social en la vida de los profesionales
• Nos ha costado cambiar el chip. Vienes de una forma de trabajar diferente. Al final es acostumbrarte a tratar igual
a la gente. Yo creo que: ¡no es más que eso!, pero cuesta. Porque venimos de la figura de: “yo como educador,
lo sé todo, y digo y hago, tal”. Cuando lo cambias ves todo lo bueno que hay en ellos. No se hace ni en un año ni
en dos (Javi)
• Una situación difícil es cuando tú adquieres una responsabilidad de: “tener que decidir por esa persona”, pero
también, “tener que pensar qué es lo mejor para la otra gente que está en ese espacio”. Y yo, he tenido la
sensación de que: ¡me he equivocado a veces! Cuando no os hemos preguntado y hemos tomado la decisión Javi
y yo. (Zuria)
• El hecho de juntarnos para hacer cosas, para conseguir dinero, y poder decidir qué hacemos con ese dinero, si lo
queremos invertir en el club, en unas vacaciones, en comprar material, no?(Zuria). Al final somos personas que
acompañamos a otras personas, pero que las decisiones las toman ellos mismos. (Javi)
• Porque yo también, cuando tengo algún problema quiero que me den la respuesta, porque me gusta conocer, ver
diferentes opiniones, y: ¿Qué hago? ¿Qué hago? No siempre uno tiene que decirle la respuesta: al final, ¡yo no te
voy a dar la solución! Cuando uno más crece, cuando más te conoces, es haciéndote preguntas. Puedo tardar un
día o un mes, pero al final me voy dando cuenta de que no necesito a nadie que me diga lo que tengo que hacer,
¡voy a llegar yo misma a la respuesta! (Zuria)
32 Rehabilitación Psicosocial 2015; 1212): 25-33