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López M, et al. Evaluación del Programa residencial para personas con trastorno mental severo en Andalucía (IV):
perfiles funcionales y redes sociales de los residentes
fermedad mental grave suele presentar conductas que in- típicas son altas, en relación con los valores medios) y con
terfieren en sus relaciones sociales, tanto en su ambiente fa- diferencias significativas entre ambos tipos de dispositivos
miliar, como en un contexto asistencial o, en nuestro caso, residenciales.
residencial. La valoración se realiza , en la mayoría de los ca-
sos, con una escala de gravedad de 0 a 4 puntos. Por su parte, la tabla 2 ofrece una perspectiva comple-
mentaria, mostrando, en primer lugar que casi el 90 % de
Para resumir los resultados obtenidos hemos optado por los residentes en Casas y cerca del 70 % de los que vivían en
presentar por separado cuatro tipos de datos: dos puntua- Pisos, presentaban algún problema de conducta de inten-
ciones globales (número medio de problemas en niveles sidad al menos moderada, siendo por tanto muy escaso el
al menos moderados y solamente graves) en la tabla 1, la fre- número de los que no presentaban ninguno. En el extremo
cuencia de problemas moderados y graves (tabla 2), las opuesto más del 30 % de los residentes en Casas hogar y una
frecuencias específicas de determinado tipo de problemas, 14 % de los de Pisos tenían más de 5 problemas de conducta
solamente en un nivel de intensidad grave, presentados con ese nivel de intensidad. Las diferencias entre uno y
por separado (tabla 3) y agrupados en “síndromes” (tabla otro tipo de dispositivo eran también significativas, en co-
4), y, por último, la de aquellos tipos de problemas que, a rrespondencia con lo previsto en el modelo residencial31,33.
juicio del personal, ocasionaban mayores dificultades de ma-
nejo (tabla 5). En todos los casos se han separado los datos Si restringimos el criterio al de problemas que presentan
por tipo de dispositivo y considerando como “problemas una intensidad severa o grave (puntuaciones “3” y “4”), el
moderados” los correspondientes a puntuaciones de dos o número de residentes que presenta problemas disminuye,
más y como ”graves” los que puntúan tres o más15,24. manteniéndose, sin embargo, las diferencias entre tipos de
dispositivos. Vemos así cómo, en este caso, cerca de la mi-
La primera tabla, con los índices previstos en el instru- tad de los residentes en pisos o viviendas supervisadas y
mento, muestra que la media de problemas con un nivel al más de dos tercios de los que vivían en Casas hogar pre-
menos moderado (PCM) era de 4,37 entre los residentes en sentaban algún tipo de problema grave de conducta.
Casas hogar y de 2,6 en el caso de los que vivían en pisos.
Cifra que descendía hasta 2,28 y 0,94, respectivamente, Si consideramos los tipos específicos de conductas pro-
cuando se trataba de mayores niveles de gravedad (PCS). En blemáticas, la tabla 3 presenta su frecuencia, en cada tipo de
todos los casos con bastante variabilidad (las desviaciones dispositivo de residencia, y en orden decreciente según se
presentan en los residentes de Casas hogar. Orden que,
TABLA 1. Funcionamiento social. Puntuaciones prácticamente se reproduce, con ligeros cambios, en lo que
globales de los residentes respecta a los residentes en pisos (los cinco primeros ítems
son comunes a ambas clasificaciones), manteniéndose igual-
Casa Vivienda mente la diferencia cuantitativa entre ambos, con distintos
hogar supervisada Signifi- niveles de significación estadística en los diferentes ítems,
aunque siendo en la mayoría de los casos claramente sig-
cación nificativos, es decir, con pocas probabilidades de que las di-
Media DT Media DT ferencias sean producto del azar.
Problemas de conducta 4,37 3,50 2,60 2,65 p < 0,001 Aunque el número de conductas recogidas y analizadas
moderados (n: 380) individualmente hace difícil hacerse una idea de conjunto,
cabe señalar la gran variedad de las mismas y, sin olvidar que
(Puntuaciones 2-4). 2,28 2,49 0,94 1,44 p < 0,001 estamos hablando de niveles de alteración que podemos
Máximo: 21 (n: 380) considerar graves, la frecuencia de alguna de las que pare-
cen más significativas, tanto en términos absolutos como re-
Problemas de conducta lativos. Así, aparece en primer lugar un apartado “cajón de
severos sastre” (“otras conductas”), que agrupa conductas bastan-
te diferentes, ninguna de las cuales alcanzaría una fre-
(Puntuaciones 3-4).
Máximo: 21
DT: desviación típica
TABLA 2. Porcentaje de residentes con distinto número de moderados y graves problemas de comportamiento
Moderados y graves (“2”, “3” y “4”) Graves (“3” y “4”)
Nº de problemas Casa hogar Vivienda Significación Casa hogar Vivienda Significación
supervisada supervisada
Ninguno 12,4% p < 0,001 27,9% p < 0,001
De 1 a 2 22,9% 27,4% (n: 380) 37,8% 53,1% (n: 380)
De 3 a 5 32,4% 31,3% 22,4% 34,1%
Más de 5 32,3% 27,3% 11,9% 10,6%
14,0% 2,2%
Rehabilitación psicosocial. 2005; 2(2):44-55 47