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López Gómez D. Continuidad de cuidados y desarrollo de sistemas de apoyo comunitario: atención a personas con trastorno mental severo
en el medio rural
tivas habría que contemplar la orientación familiar, dedi- La subjetividad de la persona con enfermedad mental
cada a promover y desarrollar las funciones básicas de la fa- severa requiere una contemplación de la misma, demanda,
milia para contribuir a la recuperación de la persona con en definitiva, una mirada personalizada sobre él, con dife-
enfermedad mental. rentes niveles de consideración y perspectiva36: terapeuta del
equipo, gestor de caso y agente comunitario. La constitu-
6. La consideración del paciente como persona: con es- ción de ellos como punto de referencia y la ayuda que le
ta afirmación no nos referimos sólo al reconocimiento de prestan convertirá la relación en un contexto de acogida
los derechos de la persona con enfermedad mental, pues- donde se producirá un encuentro entre las expectativas,
to de manifiesto por diversos autores, entre otros Desviat necesidades y habilidades de la persona que ayuda y las
M 28, se quiere, sobre todo, incidir en el impacto y repercu- que la recibe, que permitirá el crecimiento y desarrollo de
sión que las intervenciones y apoyos de los profesionales, fa- las posibilidades de esta última36.
miliares y miembros de la comunidad tienen en él.
Conclusiones extraídas
Al analizar los programas de tratamiento asertivo co-
munitario Hernández M6,18 pone de manifiesto la escasa re- Las conclusiones que se pueden extraer de estos presu-
ferencia que todos estos programas hacen a la subjetividad puestos son varias:
del paciente. Como señalan Rodríguez A et al16, el desafío
actual está en cómo demostrar que las intervenciones per- 1. La contextualización de la figura del gestor de casos
miten integrarse en un ambiente social y familiar a las per- dentro de la continuidad de cuidados. Su intervención pro-
sonas con una enfermedad mental severa, pero también fesional como miembro de un equipo forma parte de un
mejorar su calidad de vida y grado de satisfacción sin que proceso del que participan otros profesionales.
se produzca un empeoramiento clínico, permitiéndole re-
cuperar un proyecto de vida. 2. La consideración del tratamiento y rehabilitación co-
mo dos modos de intervención con objetivos diferentes, pe-
Por eso, uno de los conceptos hoy en día más emergen- ro complementarios entre sí16. El empeño en una atención
tes y atractivos en el campo de la rehabilitación es el de re- integral proviene del número de personas que presentan
covery o recuperación y que Farkas M define «como el trastornos mentales a lo largo de su vida (entre un 20 y
desarrollo de un sentido y propósito en la medida en que 30% de la población según el informe SEPAS), que se aso-
uno crece, más allá de los efectos catastróficos de la enfer- cian a niveles significativos de discapacidad, elevado uso de
medad mental»29. Como señalan McCay E et al, recupera- servicios y a una alta carga familiar20.
ción no es sinónimo de ausencia de síntomas o regreso a
nivel completo de funcionamiento. Recuperación es más un 3. La consideración de la intervención comunitaria co-
proceso de adaptación a niveles cada vez mayores de satis- mo una tecnología, que implica, como indica López M,
facción personal y de funcionamiento integral30. concordar nuestros niveles teóricos con los conocimien-
tos científicos actuales, evaluar de modo sistemático las in-
En esta línea Liberman R et al11 proponen una definición tervenciones y considerar como una variable clave las
operativa de recuperación configurada en torno a 4 crite- personas que transmiten ayuda, profesionales y no profe-
rios: sionales37.
a) Una remisión sostenida de los síntomas. 4. La ampliación y lubrificación del concepto de red, que
b) La participación a jornada completa o parcial en una abarca a la red de salud y a la red social, pero también a otras
actividad instrumental como trabajador, estudiante o vo- redes comunitarias, formales como las de Educación y Em-
luntario. pleo38 e informales como movimientos asociativos o gru-
c) Respuesta a sus necesidades cotidianas (medicación, pos de autoayuda. De esta manera los huecos por los que se
administración del dinero, compra, comida, etc.) por par- pueden perder los enfermos por la falta de continuidad de
te del propio paciente. cuidados serán cada vez más pequeños, los servicios (nudos)
d) Relaciones con amigos y establecimiento de relaciones más fuertes y las conexiones (cuerdas) más densas39. La
sociales mediante su participación en grupos y en aconte- canalización de los apoyos estará supeditada, en gran me-
cimientos comunitarios. dida, a la conexión entre las distintas redes comunitarias, y
El recorrido que la persona con enfermedad mental es en la relación entre ellas donde se puede apreciar la in-
efectúa tiene diferentes fases según Farkas M señala: des- tensidad de los mismos —intermitente, limitado, amplio y
bordados por la discapacidad, lucha con la discapacidad, generalizado40— que la persona con enfermedad mental
vida con discapacidad y vida más allá de la discapacidad , precisa.
que le sitúan en diferentes niveles del proceso rehabilita-
dor5,31. En torno a este proceso giran muchos conteni- 5. La profundización del trabajo en equipo: como indi-
dos, entre ellos, el de calidad de vida32,33, recuperación de ca Alanen23 los psiquiatras y los psicólogos no pueden sa-
la conciencia34, enriquecimiento29, autodesarrollo29 o au- tisfacer ellos solos las necesidades de los pacientes, la
todeterminación, más utilizado en los estudios de disca- respuesta a las mismas precisa de un encuentro interdisci-
pacidad psíquica35.
20 Rehabilitación psicosocial. 2006; 3(1):17-25