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Jimeno Valdés A. Psicorrehabilitación en el siglo XXI: desde 50 años de experiencia

co especialista individualmente es completamente imposi-            de los mecanismos tradicionales, seguirá aumentando sin
ble que alcance un juicio objetivo sobre la eficacia de un fár-     cesar las necesidades de consejo y ayuda a personas simple-
maco por lo que suele decidir por su costumbre o por “lo            mente desgraciadas y/o enfermos que exigen también ser fe-
que le dicen”. También sabemos que los trabajos “locales”           lices en la sociedad de bienestar.
sobe el tema están más bien sesgados.
                                                                      — Los mismos factores anteriores propician un aumen-
  Psicoterapias. Afortunadamente en los últimos años se ha          to de la delincuencia organizada, que ya padecemos en el
dado un paso de gigante. El bla, bla bla o el mero escuchar         mundo global, que a la vez exigirá un control de la misma
y echar a otro la culpa; es decir, evitar al paciente toda la res-  por medios eficaces; por ejemplo con la implantación de lo-
ponsabilidad de lo que le pasa, ha sido sustituido por las téc-     calizadores electrónicos. Es de esperar que no sea preciso in-
nicas cognitivo conductales que pueden ser bien llevadas            corporarlos al documento de identidad de todos los
bajo rígidos patrones de aplicación y evaluación. En el cam-        ciudadanos.
po de las psicosis son bien conocidos, por ejemplo, los pro-
gramas I.P.T. de Brenner y Roder 5 y el de K. Andres y                — El aumento general del consumo centrándose cada vez
cols. 6 (Ambos de la Universidad de Berna) y a cuya difu-           más en aspectos cada vez más nimios o de detalle, como ob-
sión y aplicación en España hemos contribuido desde el gru-         servamos hoy entre nosotros respecto la nutrición o la es-
po de trabajo de Valladolid (A. Jimeno; N. Jimeno; M.               tética corporal, contribuirá también al aumento de
Vargas.). En mi opinión estos programas tienen todavía              exigencias de intervenciones de la psiquiatría y ciencias afi-
un cierto exceso de contenidos y medios verbales e insufi-          nes.
ciencia de contenidos conductales. Por otra parte las técni-
cas meramente conductales como las llamadas de                        — La progresiva eficacia de los tratamientos e interven-
modificación de conducta o las de ensayo o juego de roles           ciones psicológico psiquiátricas producirá la petición de
no han tenido un desarrollo suficiente para el tratamiento          “mente a la carta”; es decir de parecida manera “quirúrgi-
de las psicosis previendo un mayor desarrollo de las mismas         ca”; es decir, brutal, con la que hoy se opera y cambia la for-
en el futuro. En todo caso parece que el desarrollo y aplica-       ma del cuerpo, se solicitará y conseguirán los cambios de
ción de estas técnicas se produce en una nueva armonía y            carácter o personalidad lejos de los lentos e inseguros pro-
colaboración entre psicólogos y psiquiatras. La sabia utili-        cedimientos psicoterapeúticos que hoy conocemos.
zación de la ley básica de la psicología del aprendizaje que
es la ley del refuerzo, espera todavía innovaciones y aplica-       Intervenciones psicológicas
ciones masivas para el próximo futuro.
                                                                      La aplicación rigurosa y conductista de las leyes del refuer-
  Creo firmemente que este siglo recién inaugurado será el          zo se aplicarán en ambientes totalmente controlados, vigi-
siglo de la mente y por ello de la psiquiatría que ha de irrum-     lados por cámaras de registro continuo (no alarmarse; ya
pir con conocimientos y técnicas poderosas y sorprendentes          tenemos antecedentes en esos estúpidos programas como
que hoy quizás rechazaríamos por antiéticas o anticonstitu-         El Gran Hermano) que conformarán continuamente el en-
cionales… Mas la experiencia histórica muestra que nor-             torno físico y psicológico durante las sesiones de trata-
mas y moralidades han de irse modificando al compás de los          miento, según programas informáticos aplicados por
nuevos descubrimientos y hoy por ejemplo, aunque susciten           mecanismos robóticos. No será difícil estimular directa-
enormes suspicacias temores y oponentes, hemos ido acep-            mente los centros cerebrales de la recompensa y castigo
tando la utilización de la reproducción asistida; de la selec-      cuando lo demande el programa. Estas estimulaciones po-
ción genética, de la experimentación con células madre (cuyo        drán realizarse transcranealmente.
verdadero nombre es de células troncales), etc.
                                                                      Es muy posible que los compañeros e interactores en es-
A continuación me permito hacer                                     te entorno y que serán los reeducadores del paciente, sean
algunas sugerencias que seguramente                                 personajes virtuales de gran perfección capaces de satisfa-
serán superadas no dentro de mucho por                              cer, (es decir reforzar) con los ritmos y formas exactamen-
la realidad                                                         te determinadas las necesidades del caso para la consecución
                                                                    de los fines programados. Como en la educación no auto-
  El avance decisivo en el conocimiento y manejo (me absten-        ritaria, o en la enseñanza a las palomas a dirigir cohetes
go de escribir manipulación) de la mente depende de los si-         balísticos, como consiguió Skinner, solo se aplicarán re-
guientes factores:                                                  fuerzos positivos consistiendo los negativos meramente en
                                                                    la ausencia de los primeros.
  - La progresiva complejidad e inestabilidad de la sociedad
técnica y globalizada que al eliminar la eficacia normativa           Muy probablemente dentro de poco los pacientes o per-
                                                                    sonas sometidas a estos tratamientos llevarán continuamen-
                                                                    te y en su vida cotidiana monitores de tipo electrónico
                                                                    que transcranealmente registrarán, avisarán o “reforza-
                                                                    rán” conductas, expresiones y aun emociones de acuerdo

                                                                                        Rehabilitación psicosocial. 2006; 3(2):29-36 33
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