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Capítulo 17. Evaluación en el Tratamiento Asertivo
Comunitario

Juan José Martínez Jambrina, Angel Roberto Fernández García

Introducción                                                      – La subestimación previa del potencial de mejora de
                                                                    las personas con trastornos mentales.
   El Equipo de Tratamiento Asertivo Comunitario de
Avilés es el primer dispositivo de este tipo desarrollado en      – La necesidad de priorizar la atención a las personas
España. Se pone en marcha en el año 1999 para dar res-              que padecen los trastornos más graves.
puesta a las crecientes necesidades que experimentan los
enfermos mentales de mayor gravedad y sus familiares. Se          – La necesidad de incrementar los recursos destinados a
entiende como un dispositivo independiente y autónomo               estos casos más graves.
del Centro de Salud Mental con unos objetivos y una
población diana específica. Dada la ausencia de modelos           – La escasa cobertura, por parte de otras agencias, de las
prácticos previos a la apertura del ETAC de Avilés, el              necesidades derivadas de los graves déficits de estos
esquema de implantación seguido ha servido de guía para             pacientes.
la apertura de nuevos dispositivos en otros lugares. Se
exponen las bases conceptuales sobre las que se sustenta la       – La actual tendencia a una asistencia con muy escaso
praxis asistencial. Se explica el funcionamiento interno del        trabajo comunitario, pocas visitas a domicilio, defici-
Equipo, su composición y metodología de trabajo.                    taria colaboración con Atención Primaria y servicios
                                                                    sociales, etc.
   Los análisis que han realizado diversos autores sobre la
Reforma Psiquiátrica en España concuerdan en que no ha            – Poca satisfacción de las expectativas de pacientes,
habido un desarrollo homogéneo y ni siquiera coherente.             familiares y profesionales.
También suele existir coincidencia a la hora de señalar los
factores que justificarían el escaso desarrollo. Los dos fac-     Estos programas y las consiguientes formas de inter-
tores principales serían:                                      vención deben ser prioritariamente integradas, de forma
                                                               que permitan articular intervenciones farmacológicas,
   1. El insuficiente desarrollo en la comunidad de            intervenciones psicológicas que posibiliten abordajes psi-
        estructuras o dispositivos intermedios y de apoyo,     coterapéuticos desde los diferentes modelos y escuelas,
        así como de programas de rehabilitación y acogida      todo ello con las necesarias intervenciones sociales, fami-
        de los pacientes.                                      liares y laborales.

   2. Notoria insuficiencia de las formas más propia-             Toda esta complejidad de programas terapéuticos no
        mente comunitarias de actuación como puede ser la      puede ser asumida por un solo profesional dada su imposi-
        continuidad de cuidados (expresada en la interven-     bilidad para dar respuesta a todos los aspectos de los que
        ción en crisis, visitas domiciliarias, etc).           estamos hablando; por ello, todas las actuaciones deben
                                                               asentarse en un EQUIPO terapéutico.
   Y es que un grupo importante de nuestros usuarios son
pacientes graves con variadas categorías diagnósticas,            En el área sanitaria de Avilés teníamos constancia del
cuyos síntomas son suficientemente importantes como            número de casos graves, de las «pérdidas» de muchos de
para interferir en las capacidades funcionales de la vida      esos casos, de la utilización reiterada de las urgencias hos-
diaria: autocuidado, transacciones sociales y laborales,       pitalarias ante las descompensaciones. Y nos planteamos
aprendizaje, ocio, etc. Esa gravedad puede amortiguarse o      dar respuesta a esta situación desde el llamado MODELO
agudizarse dependiendo de la riqueza, densidad y diversi-      AVILÉS
dad de la red social en la que estos pacientes están inser-
tos, pudiendo generar en ellos un mayor o menor grado de          No se trata de presentar un área sanitaria modelo sino
afrontamiento.                                                 un modelo de área sanitaria que pretende en la asisten-
                                                               cia en Salud Mental, lograr las máximas prestaciones de
   La observación de nuevos modelos de cronicidad y los        los recursos disponibles, adecuando los Servicios a las
nuevos patrones de utilización de servicios obligan a plan-    necesidades que van surgiendo entre la población subsi-
tearse estrategias que den respuesta a las necesidades dife-   diaria de atención. Es, pues, un modelo dinámico en este
renciadas del paciente en los diversos momentos de su pro-     sentido.
ceso, y en esto consiste en esencia la llamada continuidad
de cuidados que muchos han considerado como el princi-         ¿Cómo surge el modelo Avilés?
pio fundamental de la psiquiatría comunitaria.
                                                                  Nos inspiramos en un programa aplicado y evaluado en
   Para garantizar esa continuidad de cuidados surgen los      múltiples ocasiones, del cual se ha llegado a afirmar que es
programas de seguimiento comunitario que encuentran su         la principal aportación a la Salud Mental Comunitaria en
justificación en:                                              los últimos años del siglo XX . Nos referimos al PACT o
                                                               ACT o Programa de Tratamiento Asertivo Comunitario en
                                                               la comunidad, que Mary Ann Test y Leonard Stein diseñan
                                                               en el Hospital Psiquiátrico de Madison, Wisconsin en
                                                               1973.

                                                               Evaluación en Rehabilitación Psicosocial 243
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