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A. García Nieto. La rehabilitación psicosocial como principio ético

  A veces, el intentar comparar a otro tipo de pacientes             sionalmente sin informar antes al paciente cuando, por ra-
médicos con los psiquiátricos no parece sencillo. A pesar de         zones objetivas el conocimiento de su propia situación
la vulnerabilidad y la posición de indefensión a la que cual-        pueda perjudicar su salud de manera grave7 . Quizá se vi-
quier paciente puede estar sometido por su condición de en-          van como situaciones en las que por su alta gravedad no re-
fermo, el mental, además, puede sufrir deterioro en sus              sulta tan «disonante» el hablar de restricción de sus
funciones cognitivas y volitivas que interfieren en algunos          derechos: por indicación médica, con autorización judi-
casos graves y complejos en aspectos como la comunicación,           cial si corresponde, en beneficio y protección del propio pa-
la autodeterminación y la capacidad de decidir. Por tanto,           ciente o de terceros posibles perjudicados y por el mínimo
lograr concebir a las enfermedades mentales a la vez como            tiempo imprescindible. Se trata de tener que recurrir a ór-
padecimiento involuntario (enfermedad) y como fenóme-                denes judiciales para imposición de tratamiento en caso
no intencional (mental)4 sigue siendo un proceso largo y di-         de ingresos involuntarios, intervenciones quirúrgicas que
fícil. Más aún cuando además los trastornos mentales están           afectan a un riesgo claro y objetivo para la salud (caso de in-
basados en diferentes modelos conceptuales, son difíciles de         capacitaciones civiles), limitación de gastos (caso de cura-
tratar y curar y pueden cursar con una falta de conciencia           telas) en pacientes con una vulnerabilidad especial a crisis
de enfermedad que altera la necesidad de pedir ayuda, de se-         maníacas...
guir un tratamiento y por tanto de colaborar para que és-
te se lleve a cabo y pueda llegar a ser efectivo.                      Según esto, en determinados pacientes psiquiátricos cu-
                                                                     ya situación clínica les limita objetivamente a la hora de ac-
  Según Ey5, en Psiquiatría no puede reemplazarse nunca              tuar en su beneficio, guiarse sólo por el principio de
el juicio terapéutico recurriendo a juicios de «todo o nada»,        autonomía sería eludir la propia realidad de su persona en
ya que en el ir «contra la enfermedad» no todo le está per-          esa situación, que sufre la imposibilidad de ser libre y deci-
mitido al terapeuta que debe limitar su poder de dañar,              dir, y privarle por tanto del principio de beneficencia. Qui-
pero tampoco le está todo prohibido. Debe aprender a li-             zá se correría el riesgo de estar ignorando la enfermedad y
mitar con cuidado los deseos del paciente de «no sufrir», su         no atender a cuestiones técnicas que son las que capacitan
«no reconocerse enfermo» y su «no dejarse tratar».                   al profesional para saber cuáles son las limitaciones reales de
                                                                     una enfermedad y su terapéutica. En estos casos se hace ne-
  Partiendo de ese derecho del paciente a una informa-               cesaria una evaluación exhaustiva del grado de competen-
ción veraz, comprensible y adecuada sobre su proceso de sa-          cia del paciente para poder ponderar y hacer un adecuado
lud y evolución, se establece la diferencia entre6:                  balance autonomía/beneficencia, dependencia/autodeter-
                                                                     minación.
  1. Paciente competente: él será el único titular del dere-
cho a esta información, y secundariamente sus familiares o             A veces, pues, puede ser casi inevitable actuar sin contar
personas vinculadas si él está de acuerdo.                           con el propio afectado. Pero eso no tiene por qué implicar
                                                                     que esta situación se generalice y prolongue en el tiempo,
  2. Paciente parcialmente competente: al que se debe in-            sino que se habla de posibles circunstancias asociadas a
tegrar en el proceso informativo y de decisión en la medi-           momentos de crisis, que si son superados, se volvería a ha-
da en que éste pueda asimilar, complementando esta                   blar de toma de decisiones propias y legítimas, aceptando
información con la familia y personas vinculadas a él.               las negativas al tratamiento si el paciente es competente
                                                                     para entender el alcance de su decisión.
  3. Paciente incompetente: situación en la que se debe
desplazar tanto la información como la decisión al repre-              Aunque llamativos por lo que significan y a veces por lo
sentante legal o, en ausencia de éste, por no existir incapa-        trascendente de las decisiones que se toman o no a favor del
citación civil, a la familia o personas vinculadas al paciente.      paciente, estos casos de personas «incapaces»o «incompe-
                                                                     tentes» no son los más numerosos. A pesar de esto, son
  Según lo anterior, el buen hacer profesional debe ser el           los que ocupan la mayor parte de la legislación al respecto
que considere al paciente como un sujeto de derechos y le            y resuenan a la hora de hablar de principios éticos.
permita ejercerlos según su situación y grado de competen-
cia y de sus necesidades, con la flexibilidad necesaria para           La propia evolución de la atención a personas con enfer-
revisar esta situación a lo largo del proceso e ir variando y        medad mental grave, basada en un modelo comunitario y
adecuando la implicación del paciente en base a la misma.            multidimensional (bio-psico-social), y la configuración del
                                                                     campo de la rehabilitación psicosocial reforzado por los
De la teoría a la práctica                                           procesos de desinstitucionalización y reforma psiquiátrica
                                                                     han contribuido a una concepción más amplia de dichas
  En la práctica diaria no existen muchas dudas respecto a           cuestiones éticas. La meta global es «ayudar a las personas
que hay pacientes que a la hora de decidir sobre aspectos            con discapacidad psiquiátrica a reintegrarse en la comuni-
trascendentes necesiten de otros. La «necesidad terapéuti-           dad y a mejorar su funcionamiento psicosocial de modo que
ca» contempla la facultad del médico para actuar profe-              puedan mantenerse en su entorno en unas condiciones lo
                                                                     más normalizadas e independientes posibles»8-10.
38 Rehabilitación psicosocial. 2007; 4(1):37-40
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