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Serra-Mayoral et al
sin fallos, se muestra tranquilo y atento a las órdenes
del profesional. En el área de la planificación, aún
muestra dificultad en aquellos ejercicios que requieren
de un nivel de concentración más elevado, y que
necesitan una planificación y organización rápida para
poder llevar a cabo el ejercicio.
Valoración final
Al finalizar las sesiones, el equipo terapéutico valoró
positivamente su evolución observándose mejoras en
los objetivos terapéuticos planteados al inicio.
Asimismo, la alianza terapéutica se vio reforzada por el
trabajo realizado en un entorno ajeno al hospital,
favoreciendo la asistencia del paciente al resto de
terapias del programa de rehabilitación del centro.
Fomentó que el paciente manifestara el deseo de
realizar alguna actividad extra-hospitalaria de ocio
argumentando la necesidad de estar activo, ocupado.
Discusión
En general, las sesiones de Equinoterapia han
permitido al paciente dirigir sus acciones a un objetivo, un progresivo deterioro cognitivo y funcional. Los
en contraste con la conducta errática observada en la
unidad hasta la llegada al centro hípico. Con ayuda de
supervisión, se logra salvar los bloqueos presentes y
lograr focalizar su atención de forma continuada. El
respeto mostrado hacia el caballo ha ayudado a inhibir
su conducta, evitando movimientos bruscos que
pudieran asustar al animal y provocar su caída. El
caballo es un animal muy sensible al estado emocional
de su jinete, lo que permite a la persona tomar
conciencia de que su manejo puede provocar una
respuesta en un animal que le supera en fuerza y
tamaño, potenciando el control de la impulsividad y el
control emocional.
Por su carácter ocioso, la terapia ha servido de
motivación al paciente y de tema de conversación. El
paciente recordaba el día de las sesiones con
antelación e intentaba planificar sus acciones: “esta
tarde me afeitaré porque mañana nos vamos a equino”,
“necesitare ropa deportiva y cómoda para ir a equino”,
”compraré zanahorias para los caballos”…
La evolución del paciente y la experiencia recogida
con otros usuarios, nos hace reflexionar acerca de la
necesidad de aumentar el número de sesiones. En el
caso de los pacientes ingresados en la Unidad de
Subagudos, el número de sesiones viene limitado por
el tiempo de estancia en la unidad, que de media es de
tres meses. La estancia de dos años en la UADP
permite a los usuarios beneficiarse de un mayor
número de sesiones, acumulando algunos de ellos,
cerca de 20 sesiones no consecutivas. En estos casos,
observamos, en general, un mantenimiento del
aprendizaje realizado. Los pacientes acuden de nuevo
pero partiendo de una base de conocimiento que les
permite asumir, en algunos casos, un papel de
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liderazgo. Con un aumento de sesiones, aparecen
nuevos objetivos a trabajar.
La experiencia recogida por nuestro Hospital nos ha
hecho replantearnos el pool de pacientes diana. Ya en
la introducción, señalábamos que la mayoría de
estudios realizados en el ámbito de la salud mental se
centraban en medidas subjetivas de bienestar y
autoconcepto. Al iniciar nuestro programa, dirigíamos
nuestra atención a pacientes con predominio de
sintomatología residual y nuestros objetivos
terapéuticos se centraban en la movilización y
socialización. A lo largo de estos tres años, hemos
observado los efectos positivos que la Equinoterapia
ejerce en la regulación de la conducta: activación en
pacientes con un cuadro apato-abúlico y control e
inhibición en pacientes con impulsividad y conducta
desorganizada. Permite llevar a cabo la técnica de
Exposición con prevención de respuesta en pacientes
con rasgos obsesivos, los cuales presentan una
conducta ritualística.
Uno de los síntomas nucleares de la esquizofrenia es
el deterioro cognitivo asociado. En sus inicios,
Kraepelin la definió como dementia praecox, sugiriendo
déficits neurocognitivos están extensamente
reconocidos y se consideran uno de los factores
primarios que contribuye a la disfunción social
característica de este trastorno. Si bien no se habla de
un déficit específico, la mayoría de los estudios
coinciden en la presenció de alteraciones en: atención
sostenida, memoria de trabajo y función ejecutiva.
A pesar de que, según Bellack y col.10, algunos
estudios han demostrado que los pacientes
esquizofrénicos pueden aprender nuevas habilidades
en escenarios altamente estructurados, existen menos
datos sobre la generalización de éstos aprendizajes en
el día a día.
Nuestra experiencia nos ha demostrado la eficacia
de la Equinoterapia para rehabilitar las funciones
cognitivas clásicamente asociadas a la patología.
Mediante los ejercicios en pista se trabajan diferentes
procedimientos para centrar la atención del paciente,
tanto a estímulos externos como internos y se ejercita
la atención divida; se realizan ejercicios que requieren
dirigir la acción a un objetivo, planificación de
estrategias, monitorización de la conducta y tareas que
implican memoria de trabajo, visualización espacial y,
en ocasiones, evocación categorial.
De esta manera, nos planteamos abarcar más
perfiles de pacientes de diferente sintomatología y, por
lo tanto, ampliar nuestros criterios de inclusión en el
programa de Equinoterapia.