Page 54 - GUIA DE INTERVENCION FAMILAR EN LA ESQUIZOFRENIA
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India, Irlanda, Italia, Japón, Países Bajos, Noruega, España, Suecia, Dinamarca, Reino Unido y Estados Unidos.

Los autores señalan, que esta concordancia en los resultados sugiere que las ideas y características básicas
de la intervención familiar en sus distintos formatos, se puede llevar con sus necesarias adaptaciones de una
cultura a otra sin pérdida de rigor. El trabajo aborda también, la importancia de la formación de profesionales
para la implementación de este tipo de intervenciones familiares. Señalan, por ejemplo, que el 70% de los 2.000
profesionales que entraron en el programa de formación del Proyecto Meriden para el Reino Unido, no habían
recibido ninguna formación previa para el trabajo familiar. Igualmente destacan, que muchos de los planes de
estudio mantenían teorías obsoletas sobre el papel de las familias en la recuperación del paciente. Ofrecen
una propuesta sobre los conocimientos, habilidades y actitudes necesarias por parte de los profesionales para
el trabajo con familias. Destacan igualmente, que a medida que las intervenciones familiares demuestran su
efectividad e importante función en la recuperación del paciente, el propio enfoque de recuperación jugará
también un importante papel en el diseño futuro de las intervenciones familiares. Por último, resaltan la
importancia y necesidad de transmitir a las familias un mensaje de esperanza y confianza en la recuperación.

Es conveniente señalar, cual ha sido la evolución de la intervención familiar en España, y por tanto la mayor o
menor relevancia dada al papel de la familia en el proceso de recuperación del usuario. La simple constatación de
la literatura disponible puede arrojar luz sobre ello. En la aportación de Navarro (2013), se realiza una detallada
revisión al respecto, y se constata que, así como la literatura a nivel global es prolífica y abundante, no ocurre lo
mismo en la literatura española de la década anterior, donde las revistas de impacto no daban gran relevancia
en materia de investigación, a la intervención familiar.

Por su especial importancia, hay que resaltar la aportación de Glynn (2013). La autora, realiza una sugestiva
reflexión acerca de la necesaria adaptación y reformulación de los modelos y estrategias de intervención
familiar: “A pesar de que el estudio de las intervenciones familiares es una de las líneas de investigación mejor
desarrolladas en la esquizofrenia, ello no se ha acompasado con las cambiantes necesidades de los usuarios/as”.
Advierte igualmente, de cómo a medida que más individuos con esquizofrenia residen de forma independiente
en la comunidad, adquieren mayor empoderamiento, tienen más probabilidad de tener una pareja estable, de
integrarse laboralmente o de tener hijos, la literatura existente, sin embargo, contribuye poco a la comprensión
acerca de cómo ayudar a las personas que conviven con un paciente esquizofrénico para cumplir con estos
complicados roles familiares.

Indica la autora, que pocos programas de los existentes abordan, por ejemplo: la sexualidad, la intimidad o las
relaciones sentimentales de los usuarios/as. Señala también, que la mayor parte de la investigación previa se
ha llevado a cabo con las familias de origen, y que existe la necesidad de ampliar este trabajo, especialmente en
relación con el desarrollo de programas de asesoramiento a parejas o cuidadores/as principales no familiares.

Señala, que la mayoría de los programas y modelos de intervención familiar, fueron desarrollados por los
profesionales de salud mental varias décadas atrás, con poca o nula participación de las personas afectadas
y de sus familiares. Y que sigue habiendo, por tanto, muchas necesidades insatisfechas identificadas por los
familiares de las personas con trastorno mental grave.

Resalta, que las intervenciones familiares deben integrar el principio básico del movimiento de recuperación,
empoderamiento y participación activa de los usuarios/as, en todo lo concerniente a su tratamiento.

Concluye finalmente, que es necesario involucrar a las personas con esquizofrenia y a sus seres queridos en un
esfuerzo de colaboración, para diseñar nuevas intervenciones familiares orientadas al “consumidor”.

Este importante aspecto, ya había sido apuntado anteriormente por Froggatt et al. (2007).

IV.3 EVALUACIÓN DE RESULTADOS DE LAS INTERVENCIONES FAMILIARES

En una extensa revisión de los programas de intervención familiar (IF), realizada hace más de dos décadas por
Dixon y Lehman (1995), los autores llegaban a la conclusión de que las intervenciones familiares psicoeducativas
son efectivas en la reducción de la tasa de recaídas del paciente. De forma no conclusiva, apuntaban que tales
intervenciones contribuían a mejorar el funcionamiento del paciente y a elevar el bienestar familiar. Los autores
resaltan, la necesidad de realizar más investigaciones, al objeto de determinar cuáles son los aspectos decisivos
de tales intervenciones, aumentar la casuística y evaluar una gama más amplia de resultados. En la misma
época, Mari y Streiner (1994, 1996), ateniéndose a los patrones de la medicina basada en la evidencia, realizaron
un metaanálisis de los trabajos publicados al efecto, seleccionando finalmente los estudios más relevantes que
se ajustaban a los criterios de selección. Sus conclusiones fueron, que la intervención familiar: reducía las tasas
de recaídas, la rehospitalización y los costes sanitarios, elevando los niveles de observancia del tratamiento
farmacológico. Posteriormente, Pharoah et al. (2000) junto a los citados Mari y Streiner, confrontaron de forma
exhaustiva las intervenciones familiares orientadas al medio comunitario con cualquier forma de cuidado con-
vencional, tanto en la esquizofrenia como en los trastornos esquizoafectivos. Los resultados son coincidentes
con los del anterior estudio, si bien los autores admiten cierta insuficiencia y equivocidad en el tratamiento de

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