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Baldor-Tubet et al
sesión consistiría, en primer lugar, en la revisión de la positivas, en el que se listen aquellos eventos
puesta en práctica de la situación problemática
planteada en la sesión anterior; en segundo lugar, en
una breve presentación teórica sobre algún contenido
de la adaptación de los módulos mencionados
anteriormente; en tercer lugar, en el planteamiento de
situaciones interpersonales problemáticas por parte de
los miembros del grupo; y en cuarto y último lugar, en
ejercicios grupales planteados por los terapeutas
dirigidos a proporcionar un feedback inmediato de los
otros miembros del grupo sobre diferentes aspectos de
su participación.
En relación al planteamiento y resolución de
situaciones interpersonales problemáticas, se seguiría
el siguiente esquema de trabajo: (1) análisis de la
situación, haciendo especial hincapié en los factores
que interfieren en la efectividad interpersonal,
especialmente los pensamientos de preocupación (con
especial atención al autoestigma, especialmente
presente en esta población) y las reacciones
emocionales13, (2) planteamiento de objetivos en la
situación propuesta y priorización de los mismos
(conseguir el objetivo, mantener el respeto personal y
mantener la relación)13, (3) Ensayo en la sesión, (4)
Feedback por parte de los otros miembros del grupo y
de los terapeutas y, (5) Puesta en práctica en la
situación natural como tarea para casa.
Cuando se detectara la necesidad de abordar más
específicamente la influencia de los aspectos
emocionales en la efectividad interpersonal en un
subgrupo suficiente de usuarios, se pondría en marcha
un grupo específico de “regulación emocional”,
igualmente basado en el módulo de regulación de
emociones que propone Linehan MM para el
tratamiento de los Trastornos de Personalidad Límite14
y en la Terapia de Aceptación y Compromiso15. Este
grupo estaría dirigido a usuarios con dificultades
importantes en el manejo de sus emociones,
independientemente del diagnóstico, y con
repercusiones en su funcionamiento diario,
especialmente a nivel interpersonal.
Los objetivos que se plantearían para este grupo
serían, en primer lugar, entender las propias
emociones, y dentro de este punto: aprender a
identificar –observar y describir- las emociones que se
experimentan, entender su utilidad, y mejorar la
expresión emocional y la comprensión de las
emociones que expresan los demás; y en segundo
lugar, aprender a regular las emociones desagradables.
Esto se llevaría a cabo mediante: (1) La reducción de la
vulnerabilidad emocional, centrándose en cuidar o
mejorar aspectos relacionados con la alimentación, el
sueño, el ejercicio físico, el desempeño de diversas
actividades, el tratamiento de posibles dolencias
físicas, etc.14; (2) El incremento de la frecuencia de
51 Rehabilitación Psicosocial 2014; 11(1): 46-57
acontecimientos generadores de estados emocionales
positivos, construyendo una ficha de experiencias
específicos que generan emociones positivas,
atendiéndose al aumento pautado de su frecuencia,
aprendiendo a tomar conciencia de dichas
experiencias, centrándose en el “aquí y ahora”, y
atendiéndose especialmente a que dichas experiencias
no se vean relacionadas con la posible aparición de
experiencias negativas (por ejemplo, pensando que la
experiencia agradable se va a acabar o va a ir seguida
de experiencias negativas)14; (3) La aceptación del
sufrimiento emocional, observando las emociones, sin
intentar evitarlas ni amplificarlas y dándose cuenta de
que uno no es la emoción que siente y que, por tanto,
no tiene por qué actuar según dicha emoción. De esta
manera, se reduce el miedo a experimentar emociones
dolorosas y se aprende una nueva manera de
relacionarse con ellas15; (4) El manejo de las
emociones desagradables, actuando de manera
opuesta a la emoción experimentada. Así, por ejemplo,
ante el miedo, la culpa o la vergüenza, se actuaría con
acercamiento, ante la tristeza con la activación o ante
la ira con la evitación y la distracción14; (5) El
compromiso con las acciones que van en dirección a
las metas vitales independientemente de los
resultados, construyendo una lista personalizada de
objetivos vitales y de los pasos necesarios para
alcanzarlos y no permitiendo que el sufrimiento
emocional interfiera con el avance en la consecución
de dichos objetivos15.
Con respecto a la estructura y encuadre del grupo, se
incluiría una media de 8 participantes, en un grupo de
de carácter cerrado por el gran peso de los aspectos
psicoeducativos del mismo y su estructura en módulos
consecutivos. Las sesiones serían semanales de una
hora y media o dos horas de duración, y se recurriría al
uso de materiales audiovisuales, fichas de trabajo en la
sesión, tareas para casa, y la participación activa y
dinamizadora tanto del terapeuta como del coterapeuta.
Al igual que en el grupo propuesto anteriormente, se
llevaría a cabo una evaluación tanto al inicio como en el
medio y al final de estos dos grupos con el fin de ir
adaptando la metodología y los contenidos trabajados
en las sesiones y poder evaluar la efectividad del
programa. En concreto, se propone el uso de la Escala
de Asertividad (GRAI), de Gambrill y Richey (1975), la
Escala de Estigma Interno de Enfermedad Mental
(ISMI), de Ritsher, Otilingam y Grajales (2003), el Test
de Autoverbalizaciones en la Interacción Social
(SISST), de Glass, Merluzzi, Biever y Larsen (1982) y la
Escala de Dificultades en la Regulación Emocional
(DERS), de Scale, Gratz y Roemer (2004), así como el
registro del uso de recursos de ocio comunitarios y de
la red social.