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Avances en los programas de entrenamiento en habilidades sociales para personas con enfermedad mental grave
Grupo 3. Usuarios jóvenes con psicosis de inicio
reciente
Este grupo daría respuesta a algunos de los
problemas o dificultades que presentan los usuarios
más jóvenes que son atendidos en los recursos de
rehabilitación psicosocial. Estaría formado por jóvenes
entre 18 y 25 años, aproximadamente, con escasa o
nula red social o con necesidad de ampliar dicha red a
otros contextos, y dificultades para poder llevarlo a
cabo, y que se encuentren en los momentos iniciales
del tratamiento psicosocial tras la aparición del primer
brote psicótico16, 17.
Se trataría de un grupo de carácter abierto, con un
mínimo de 4 participantes y un máximo de 10, y una
sesión semanal de una hora y media de duración, que
tratara de no interferir con los horarios de estudio o
trabajo de los diferentes miembros del grupo ni coincidir competencias asertivas, ajustadas a la edad y a los
con otros grupos que se lleven a cabo en el centro
dirigidos a usuarios con un mayor grado de cronicidad.
La duración del mismo estaría en función de la
consecución de los objetivos planteados para cada uno
de los participantes.
Los objetivos que se plantearían serían los siguientes:
(1) Facilitar o generar un espacio de socialización tras
la aparición de la problemática psiquiátrica; (2)
Aprender o mejorar las habilidades sociales necesarias
para establecer nuevas relaciones sociales, mantener
las ya existentes y, en su caso, prevenir el abandono
de la red social anterior a la aparición de la
problemática psiquiátrica; (3) Aprender o mejorar las
habilidades necesarias para resolver diversos
problemas interpersonales y manejar los factores que
interfieren en la ejecución de las habilidades sociales,
tales como pensamientos negativos anticipatorios o
emociones o sentimientos desagradables, haciendo
especial énfasis en la autoestigmatización tan
característica de esta etapa inicial de la enfermedad, y; hincapié en la detección, análisis y manejo de aquellos
(4) Disminuir, en la medida de lo posible, la exposición
a situaciones de riesgo de consumo de tóxicos
mediante la realización de actividades de ocio
alternativas.
El programa podría estructurarse en varios módulos
tratados consecutivamente, aunque, al tratarse de un
grupo abierto, siempre se podrían volver a retomar
algunos de ellos en el caso de que entraran
participantes nuevos.
El primer módulo iría dirigido al “establecimiento del
grupo”. Esto se podría llevar a cabo a través de: (1) La
facilitación de información sobre los objetivos del grupo evolución de la problemática psiquiátrica; (3) La
y la metodología a seguir; (2) El establecimiento de las
normas grupales mediante consenso; (3) La
elaboración de una ficha personalizada, donde los
propios miembros del grupo harían constar sus
objetivos personales, las situaciones en las que tienen
oportunidad de relacionarse, los obstáculos que se
encuentran para ello, dejando un espacio donde revisar
y apuntar periódicamente los logros o conductas que
les aproximan a los objetivos propuestos, y; (4) La
realización de ejercicios grupales que facilitaran un
clima de confianza, seguridad, participación,
conocimiento mutuo y cohesión grupal (p.ej.: ejercicio
de autopresentación, cosas en común, el juego de las
dos verdades y una mentira, o el de las polaridades,
etc.) recogidos en escritos sobre trabajo grupal con
jóvenes o inventados por los propios terapeutas con
estos objetivos.
El segundo módulo iría dirigido a la “adquisición y/o
mejora de la competencia social”, y se llevaría a cabo
mediante las técnicas habituales utilizadas en los
programas generales de entrenamiento de habilidades
sociales, y en concreto: (1) La instrucción, modelado y
moldeamiento de habilidades sociales básicas tanto
verbales como paraverbales y no verbales, y
contextos sociales donde se relacionan los jóvenes de
forma habitual, tanto con personas del mismo sexo
como con personas del sexo opuesto, incluyendo aquí
habilidades para “ligar”; (2) La mejora de las
habilidades de cognición social, mediante ejercicios
específicamente diseñados para tal fin, pudiendo hacer
uso de medios audiovisuales ajustados a su edad y de
situaciones personales que traigan a la sesión los
propios participantes; (3) El entrenamiento en la sesión
de dichas habilidades mediante role-playing, feedback,
cambio de papeles, etc. de situaciones reales o
imaginadas, pero significativas en la vida cotidiana de
los miembros del grupo; (4) La generalización de las
habilidades entrenadas en la sesión a otros contextos
mediante la asignación de tareas para casa y revisión
de las mismas en la siguiente sesión, y; (5) El análisis
de los factores que interfieren en la ejecución social y
atenuación de su impacto en el desempeño en
situaciones sociales específicas planteadas por los
distintos miembros del grupo, haciendo especial
pensamientos o creencias más relacionados con el
estigma.
El tercer módulo tendría como objetivo la “prevención
o, en su defecto, control del consumo de tóxicos y el
establecimiento de alternativas de ocio”, mediante: (1)
La facilitación de información acerca de los distintos
tipos de drogas, su función y sus efectos a corto y largo
plazo por parte de algún profesional especializado en el
tratamiento de jóvenes con problemas de consumo; (2)
Sesión o sesiones informativas y de debate acerca de
la interacción de las drogas con los fármacos
antipsicóticos y consecuencias del consumo sobre la
presentación de los beneficios de la práctica de
actividades de ocio en la recuperación tras la aparición
de la psicosis, y; (4) El fomento de las actividades de
ocio que no supongan un riesgo de consumo, tanto
Rehabilitación Psicosocial 2014; 11(1): 46-57 52