Page 13 - Revol31
P. 13

Fernández-Fernández JA et al. Evaluación e intervención sobre el trastorno dual en rehabilitación psicosocial

tades para cumplir con la medicación, mantenimiento del        torno institucional, como una prisión, un hospital psiquiá-
hogar, participación en programas de rehabilitación, etc.)     trico o una residencia, no predice el mantenimiento de la
no suelen ser valoradas por los instrumentos estándar pa-      abstinencia en un entorno comunitario menos restrictivo.
ra personas con trastorno primario por uso de drogas. Fi-      Esto conlleva dos implicaciones7: primero, la evaluación
nalmente, la elevada sensibilidad a los efectos de las drogas  de las conductas de abuso requieren ser realizadas rutina-
de las personas con TMS suele impedir el desarrollo de sín-    riamente cuando el entorno del cliente ha cambiado, por-
dromes fisiológicos de dependencia7. Por todas estas razo-     que la evaluación es muy poco generalizable a través de los
nes, los instrumentos estándar dirigidos a las personas        diferentes entornos socioambientales. Segundo, la inter-
con un trastorno primario por uso de sustancias son ha-        vención en personas con trastorno por abuso de sustan-
bitualmente inadecuados para la tarea de evaluación en         cias en entornos altamente restrictivos debe también
personas con TMS.                                              extenderse y complementarse dentro de los entornos na-
                                                               turales del usuario.
Técnicas de obtención de información
                                                               Formación y entrenamiento
  Realizar cuidadosamente el historial de uso de drogas
es el paso más importante en el proceso de evaluación; los       Los profesionales de rehabilitación que usen escalas de-
estudios sobre historia natural de la enfermedad ilustran la   ben conocer bien a sus usuarios, comprender las diferen-
variabilidad de patrones de consumo a lo largo de la vida.     tes presentaciones clínicas de un trastorno por abuso de
La información mínima a recoger en la historia de consu-       sustancias, el proceso de recuperación y no hacer presun-
mo para cada sustancia es: edad del primer consumo, del        ciones en sus valoraciones. Es importante subrayar la ne-
consumo habitual, del consumo excesivo, períodos de abs-       cesidad de que los profesionales realicen una adecuada
tinencia prolongados, cantidades (medias y máximas), fre-      formación y entrenamiento en el uso de estas herramien-
cuencias y vías de administración, horarios, contabilizando    tas. Algunas escalas, como la PRISM (Psychiatric Rese-
de forma separada los fines de semana (sobre todo el alco-     arch Interview for Substance and Mental Disorders)15, no
hol). Las principales fuentes de obtención de la información   pueden ser utilizadas sin un entrenamiento homologa-
son: información del usuario, observación directa, infor-      do, pero debemos pensar que todo instrumento, en algu-
mación colateral (familiares, otros profesionales), detec-     na medida, requiere de un período de entrenamiento
ción biológica (análisis de orina, de sangre, del cabello,     específico. Es precisamente la falta de formación la prin-
espirométrico, etc.).                                          cipal causa de las malas prácticas asociadas a las herra-
                                                               mientas de evaluación16.
Frecuencia de las evaluaciones clínicas
                                                               Clasificación y descripción de protocolos
  El trastorno por uso de drogas tiende a ser crónico, por     e instrumentos
lo que, para los propósitos clínicos se requiere realizar una
valoración con una base en largos períodos de tiempo. Mu-        Las herramientas de evaluación para el TD son: instru-
chos autores7 recomiendan una monitorización formal en         mentos de cribado, de frecuencia/cantidad, de intensidad
personas con TMS al menos cada 6 meses, aunque los clí-        o severidad de los síntomas, de preparación al cambio, me-
nicos deben mantener evaluaciones informales con mayor         didas bioquímicas y entrevistas estructuradas de diagnós-
frecuencia (mensual). Además se recomienda10 que las ru-       tico. La decisión respecto a qué instrumentos necesitamos
tinas de evaluación se deben mantener al menos durante un      depende de varios factores17: propósito de la evaluación, la
período de dos años una vez que el usuario haya conseguido     relación coste/beneficio, etc. Los instrumentos de cribado
que el trastorno se encuentre en remisión.                     que han sido utilizados con personas con TMS (DAST-
                                                               1018,19, AUDIT20,21, DALI22) son muy sensibles para detec-
Condicionantes del entorno en los resultados                   tar niveles bajos de abuso de sustancias, pero lo son menos
de la evaluación                                               para determinar un rango de uso o dependencia. Por eso,
                                                               los instrumentos de cribado son más convenientes para la
  El abuso de sustancias es extremadamente sensible a          población general detectando la presencia potencial del
las disfunciones socioambientales. Los usuarios con abu-       abuso y dependencia, que para los dispositivos de rehabi-
so de sustancias en un entorno pueden no generalizar las       litación donde la disponibilidad de contrastar diferentes
conductas a otros entornos. Así, la abstinencia en un en-      fuentes de información (usuario, familia, historial psi-
                                                               quiátrico, etc.) facilita la detección. A la inversa, las medi-

                                                                                     Rehabilitación psicosocial. 2006; 3(1):9-16 11
   8   9   10   11   12   13   14   15   16   17   18