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Fernández-Fernández JA et al. Evaluación e intervención sobre el trastorno dual en rehabilitación psicosocial
das de severidad de la dependencia (ASI23) son a menu- uso histórico y del uso actual de drogas, monitorización del
do insensibles a los niveles bajos de uso y son utilizadas abuso de drogas, y evaluación del riesgo de abuso de dro-
más apropiadamente con personas que tienen establecido gas en «no abusadores».
un abuso/dependencia y para monitorizar los resultados
del tratamiento. Las medidas de frecuencia/cantidad Se puede obtener libremente solicitando a los autores el
(TLFB24,25) se utilizan clínicamente para propósitos diag- instrumento y las normas de uso, aunque exige una pre-
nósticos y para determinar las metas del tratamiento. Las paración mínima del profesional.
medidas bioquímicas son caras y, a menudo, poco sensi-
bles, pero pueden ser muy útiles si se requiere una valida- Instrumentos de motivación para el cambio
ción externa o del uso reciente. Este tipo, como las
meramente cuantitativas, aportan medidas del uso de La recuperación del TD es un proceso longitudinal que
drogas, pero no dan información sobre las consecuencias puede durar varios años. No comprender esta cualidad de
del consumo (psicológicas, laborales, sociales, ni físicas), proceso longitudinal en el tiempo puede crear expectati-
información particularmente importante para la planifi- vas poco realistas y ofrecer intervenciones para las que el
cación del tratamiento17. usuario aún no está preparado, generando más frustración
de la necesaria. El uso de instrumentos que evalúan las eta-
Las entrevistas clínicas estructuradas (PRISM15-26, pas de motivación para el cambio recuerda a los profesio-
CIDI27) tienen un importante papel en la evaluación del nales esta condición longitudinal del proceso, y permite
uso de drogas, especialmente en poblaciones clínicas, identificar las opciones del tratamiento que son más apro-
donde el detallado conocimiento de la historia de consu- piadas para el cliente. Los principales instrumentos que
mo de drogas y de la conducta actual de un paciente son monitorizan la preparación al cambio son: SÓCRATES29,
esenciales para el establecimiento diagnóstico, la provisión URICA30 y SATS31, pero es esta última (Substance Abu-
de cuidados y el tratamiento. Sin embargo su aplicación se Treatment Scale) la más referenciada en rehabilita-
a la práctica cotidiana adolece de dos inconvenientes: re- ción7-32.
quieren un entrenamiento previo por parte del entrevis-
tador y su administración tiene un alto consumo de Para Dawe et al17 es necesario mejorar la adecuación de
tiempo (mínimo una o dos horas). No obstante, se están los instrumentos de detección diagnósticos para el abuso de
desarrollando versiones abreviadas (20 minutos) de en- drogas en poblaciones psiquiátricas. Actualmente se dispo-
trevistas como la CIDI, así como su administración por ne de literatura que avala la utilidad de instrumentos como
ordenador17. el MAST y ADS en pacientes con trastornos mentales. Re-
cientemente, el AUDIT ha sido evaluado en esta pobla-
Instrumentos de severidad y frecuencia/cantidad ción. Sin embargo, muchos otros instrumentos requieren
más pruebas en individuos con problemas psiquiátricos.
Para obtener información específica sobre el consumo re- Considerando el predominio del uso de alcohol y drogas en
ciente de drogas en la literatura anglosajona reciente se re- esta población, se ve que hay una clara necesidad de desa-
comienda casi con unanimidad el Time-Line Follow-Back24 rrollar nuevos instrumentos para la evaluación del TD.
(TLFB, validado en castellano25). Este método implica al Hasta que llegue el momento de disponer de instrumentos
cliente para que haga estimaciones de cantidades consu- más refinados debemos utilizar abordajes multimodales. Los
midas cada mes sobre los últimos 6 meses. Esta estima- procedimientos de evaluación de mayor precisión utilizan
ción puede estar distorsionada en personas reacias a múltiples instrumentos, se focalizan en los asuntos más
informar sobre sus consumos, pero es muy útil en caracte- específicamente relevantes para esta población (efectos so-
rizar el patrón de consumo en usuarios que son capaces de bre los síntomas, cumplimiento del tratamiento, estabilidad
admitir algún tipo de consumo. Otra alternativa en caste- del hogar, etc.), información procedente de múltiples fuen-
llano es la evaluación del patrón del uso en los últimos 12 tes (usuarios, familiares, tutores profesionales, cribado de
meses a través del instrumento de evaluación del consumo drogas, etc.), e incluyen un componente de evaluación lon-
actual (SEGUDE28). gitudinal.
En rehabilitación psicosocial los instrumentos más ade- Intervención sobre el abuso de drogas
cuados son multimodales, dirigidos por clínicos que tienen en personas con trastorno mental severo
un contacto continuado con los usuarios, como el Sistema desde rehabilitación psicosocial
de evaluación global del uso de drogas en la esquizofre-
nia28 (SEGUDE), batería de instrumentos para la evaluación La evaluación dirige la intervención a través del PIR,
del uso de drogas en personas con trastornos mentales se- bien para cambiar los hábitos de abuso de drogas (den-
veros en procesos de rehabilitación psicosocial. La batería
tiene 4 momentos: detección del consumo, evaluación del
12 Rehabilitación psicosocial. 2006; 3(1):9-16