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Tomas Sánchez-Araña, M.ª Luz Torralba, M.ª José Montoya, M.ª Carmen Gómez y Rafael Touriño
hipofisario-adrenal (HHA) causante de una hipercortisole- oscila entre un 10% y un 70%, según diferentes estudios.
mia relativa prolongada en el tiempo (Rosmond y Esta disparidad de cifras puede atribuirse, en parte, a la
Bjorntorp, 2000; Thakore et al, 2002; Kaneda et al, variabilidad en los criterios empleados para el diagnóstico
2002). Como se sabe, la elevación crónica de la cortisole- de la esquizofrenia, a las diferentes características sociode-
mia puede dar lugar a un pseudo-Cushing que se caracte- mográficas de las muestras estudiadas y a las distintas for-
riza por incremento de la adiposidad abdominal, hiperin- mas empleadas para definir los trastornos por abuso de
sulinemia, resistencia a la insulina, dislipemia e hiperten- sustancias (Mueser et al, 1990; Cantor-Graae et al, 2001;
sión, componentes todos ellos del síndrome metabólico Green, 2005). Así en el estudio ECA (Epidemiologic
(Ryan y Thakore, 2002). Catchment Area), el 47% de los esquizofrénicos de la
muestra cumplía criterios para el diagnóstico de algún
Respecto a las distintas variantes de cáncer, y a su inci- tipo de abuso o dependencia de sustancias, estimándose
dencia y mortalidad en la población esquizofrénica, los que la probabilidad de recibir un diagnóstico de trastorno
resultados de los diferentes estudios son dispares y no per- por abuso o dependencia de sustancias era 4.6 veces mayor
miten establecer conclusiones firmes con el posible en estos pacientes que en el resto de la población (Regier
aumento o disminución de las tasas en estos pacientes et al, 1990).
(Harris y Barraclough, 1998; Grinshpoon et al, 2005;
Goldacre et al, 2005). No obstante, algunos autores conti- En relación al aparato digestivo son múltiples las pato-
núan manteniendo que en los esquizofrénicos, comparados logías que se han pretendido asociar a la esquizofrenia.
con la población general, parece detectarse una menor Así, algunos estudios describen una mayor prevalencia en
incidencia de cáncer de pulmón y una mayor incidencia de la esquizofrenia del síndrome del intestino irritable, de la
cáncer gastrointestinal y de mama (Schoos y Cohen, infección por helicobacter pylori, de la enfermedad celíaca
2003). En relación con el cáncer de pulmón, algún estudio y del síndrome de Gilbert (De Hert et al, 1997; Gupta et
plantea la hipótesis de que el riesgo de neoplasia pulmo- al, 1997; Miyaoka et al, 2000; Eaton et al, 2004).
nar en los esquizofrénicos es menor que en la población Tampoco podemos omitir que la higiene buco-dental de
general, a pesar del mayor índice de tabaquismo en estos los esquizofrénicos, en su mayoría, es bastante deficiente,
pacientes (Masterson y O’Shea, 1984). Mortensen (1992) siendo frecuente la caries, la periodontitis, la piorrea y la
sugiere que este resultado podría ser debido a un efecto gingivoestomatitis (McCreadie et al, 2004).
anticancerígeno de los antipsicóticos, aunque otros autores
plantean la posibilidad de que exista un gen que incre- La patología autoinmune también se ha visto relaciona-
mente la vulnerabilidad de padecer esquizofrenia y esté da con la esquizofrenia. Ya en 1936 Nissen y Spencer
relacionado, a su vez, con otro gen supresor del cáncer apuntaron una menor prevalencia de la artritis reumatoide
(Lichtermann et al, 2001). Respecto al cáncer de mama, se en la esquizofrenia. Con posterioridad una revisión de 14
describe una mayor prevalencia y mortalidad en las muje- estudios epidemiológicos realizados entre 1934 y 1985
res esquizofrénicas, probablemente en relación con la ele- confirmó que existían evidencias que respaldaban esta aso-
vada tasa de obesidad, hiperprolactinemia y nulíparidad ciación negativa (Eaton et al, 1992). Diferentes artículos
(Halbreich et al, 1996; Dalmau et al, 1997). publicados parecen corroborar esta hipótesis argumentan-
do mecanismos de tipo inmuno-genético (Allebeck, 1989;
Por lo que se refiere a la comorbilidad con las infeccio- Jeste et al, 1996; Gorwood et al, 2004). Otras patologías
nes, hasta la década de los años cuarenta la alta prevalen- mediadas por mecanismos inmunológicos como el asma, la
cia de la tuberculosis y de otras enfermedades infecciosas fiebre del heno y otros procesos inmuno-alérgicos también
en general ha sido un hallazgo referido con frecuencia en parecen que podrían tener una menor incidencia entre los
la literatura, pero hay que tener en cuenta que estas tasas pacientes esquizofrénicos (Lipper y Werman, 1977).
eran características de pacientes institucionalizados y no
estaban específicamente ligadas a la esquizofrenia. En la Es también destacable, por el riesgo de intoxicación
actualidad, destacan las altas tasas de VIH y VHC, hídrica e hiponatremia dilucional, la alta prevalencia de la
pudiendo verse afectada la prevalencia de seropositividad polidipsia en los esquizofrénicos crónicos institucionaliza-
para el VIH en la esquizofrenia por el sesgo introducido en dos, que oscila entre el 6.6 % y el 17.5 %, desconocién-
el muestreo por las personas residentes en medio urbano y dose la incidencia de este trastorno en la población ambu-
por la población marginal. Así, diferentes trabajos cifran latoria (De León et al, 1994; Ferrer et al, 2000).
dicha prevalencia entre el 3.1 % y el 7.1 %, lo que supo-
ne aproximadamente 9 veces la estimada para la población Respecto a la comorbilidad de la esquizofrenia con la
de referencia (Carey et al, 1997; Rosenberg et al, 2001; patología neurológica existen diferentes estudios que
Cournos et al, 2005). La seropositividad de la hepatitis C sugieren una mayor prevalencia de la esquizofrenia en per-
en los trastornos mentales graves varía según los estudios sonas con retraso mental o epilepsia (Méndez et al, 1993;
entre el 9% y 20%, lo que supone entre 5 y 11 veces más Nasrallah, 2005b).
de lo esperado para la población general (Rosenberg et al,
2001; Dinwiddie et al, 2003). Estas tasas son el resultado Otra causa potencial de comorbilidad médica en estos
de la mayor práctica de conductas de riesgo entre las que pacientes es el tratamiento psicofarmacológico. Aunque
se incluyen distintas prácticas sexuales sin preservativo y los antipsicóticos han supuesto un gran avance en el trata-
la adicción a drogas por vía parenteral (Walkup et al, miento de la esquizofrenia pueden presentar efectos secun-
1998; Weinhardt et al, 1998; Cournos et al, 2005). darios que afectan a la morbilidad y mortalidad (Joukamaa
et al, 2006). Hoy en día sabemos que los síntomas extra-
Por otro lado, sabemos que el consumo de sustancias piramidales aparecen en el 75% de los pacientes que
conlleva una peor evolución del curso de la esquizofrenia, toman antipsicóticos de primera generación (Glazer, 2000;
así como una mayor morbi-mortalidad médica asociada. El Nasrallah, 2005b) y que la discinesia tardía, que es el más
porcentaje de pacientes esquizofrénicos con patología dual frecuente de los trastornos del movimiento inducidos por
fármacos, tiene una prevalencia que alcanza casi el 25% en
los pacientes tratados con antipsicóticos de forma crónica
152 Evaluación en Rehabilitación Psicosocial