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Marco Teórico de la Evaluación: desde la Rehabilitación Psicosocial a la Recuperación
decir la medida en la que el usuario participa activamente blemas de salud física se suelen manejar los criterios de
en los servicios de salud mental41. mejoría determinados por los profesionales y, más en
segundo lugar, los del paciente, en los problemas de salud
3) Una tercera fase se puede caracterizar por el resta- mental se hace aún más necesaria la evaluación múltiple
blecimiento de roles y funciones, aunque sean distintos contando con los puntos de vista de profesionales, pacien-
de los roles y funciones anteriores al comienzo del tras- tes, observadores, y familiares pues no son siempre coinci-
torno y puede que no se acerquen al nivel de funciona- dentes. Por ejemplo, el rendimiento cognitivo y su mejo-
miento premórbido. El trastorno como adversario, se ra tras un proceso de rehabilitación puede ser valorado de
convierte en un serio impedimento y la vida ha de reha- modo diferente por los profesionales y por los pacientes47,
cerse en términos de las limitaciones que suponen las lo que puede crear desacuerdos y retos terapéuticos sobre
dificultades refractarias al cambio. En el peor de los las prioridades de intervención.
casos, la persona puede llegar progresivamente a organi-
zar su conducta e identidad sobre la base del papel de 3. Qué se evalúa. Se pueden evaluar desde usuarios y
enfermo, lo que se ha denominado role-engulfement (engu- participantes hasta los propios servicios. En la valoración
llido por su papel)42. Lally43,44 enfatiza cómo el proceso de la eficacia de los servicios asistenciales la unidad final
de role-engulfement implica aspectos subjetivos e intra-psí- de evaluación no es el individuo sino el programa.
quicos que conducen al individuo a definirse como Naturalmente que los resultados de cada sujeto son impor-
«enfermo mental», y pueden ser perjudiciales y auto- tantes y valorables en la evaluación de un programa pero
estigmatizantes. El papel de enfermo excluye actividades esto es sólo una parte del conjunto global de la evaluación.
consideradas fuera de este ámbito, mientras que el tras- Si nos centramos en el área de qué se evalúa en un progra-
torno se convierte en el principal referente que el indivi- ma de salud mental, se pueden distinguir cuatro niveles de
duo utiliza para autoevaluarse. evaluación48:
4) Una fase final hace hincapié en el crecimiento per- a. Gestión de recursos. Se centra en aquellos aspectos
sonal más allá del impacto del trastorno, donde las viven- que tienen que ver con la dinámica del funcionamiento
cias acumuladas se incorporan plenamente y se les da sig- interno y la adecuación entre planes y objetivos del servi-
nificado en el proyecto vital. En este sentido, los nuevos cio (ej.: análisis de la organización interna del servicio,
modelos de crecimiento post-traumático45 pueden ser per- asignación de recursos, análisis de los objetivos explícitos
fectamente pertinentes para describir este proceso de bene- e implícitos del programa, sistema de funcionamiento del
ficios que a veces pueden derivarse de atravesar dificulta- equipo, análisis de tiempos/tarea, etc.).
des vitales importantes.
b. Utilización de servicios. Análisis de las pautas de uso,
Es evidente, observando la Tabla 4, que no todos los análisis de demandas del servicio, frecuentación de los
investigadores de las posibles fases de la recuperación están usuarios, patrones de asignación de los pacientes a cada
de acuerdo en la existencia de estas cuatro estadíos, ni en programa, recogida de datos de los pacientes, análisis de
los contenidos que se atribuyen a cada una. Sin embargo, abandonos, etc.
se puede apreciar una cierta similitud y continuidad en las
secuencias que hemos resumido en dicha tabla. c. Resultados (outcomes) de las intervenciones. Se analiza la
eficacia y eficiencia de las intervenciones sobre el usuario
2. Planificación de la evaluación pero también, si se desea, sobre otros agentes (familia, fun-
cionamiento de otros servicios). La estrategia fundamental,
Evaluar no consiste sólo en obtener indicadores de aunque no la única, es analizar longitudinalmente los
funcionamiento. Como hemos señalado en otro lugar2, la cambios habidos en el usuario desde el principio hasta el
elección de instrumentos, pero también el propio foco y final del programa en dominios diversos y con instrumen-
filosofía de la evaluación, pueden depender de varias tos sensibles y válidos.
cuestiones previas que afectan incluso a cómo se organi-
za un servicio de rehabilitación22. Hay diversos paráme- d. Impacto del programa en la comunidad. Este es un
tros que explícitamente o no determinan el proceso de la aspecto normalmente ignorado en muchas evaluaciones
evaluación: pues es el que posiblemente se aleja más de la mentali-
dad clínica y se aproxima más a una vertiente comunita-
1. Para quién se evalúa. El foco de análisis puede dife- ria: «el impacto sobre la comunidad va a venir dado por
rir radicalmente en función de quién demande la evalua- la accesibilidad y la disponibilidad de los servicios, la
ción. Por ejemplo, las necesidades de los gestores pueden aceptabilidad de los programas propuestos, su efectivi-
ser muy diferentes a las de los usuarios de un servicio o de dad y su capacidad para satisfacer las expectativas del
los profesionales que trabajan en los centros. Además, la paciente, de su familia y del grupo social...» (46, p. 95).
necesidad de la evaluación casi nunca surge de quienes dis- También se sitúa en este nivel el análisis del impacto del
pensan los servicios sino de terceras partes (consumidores, programa sobre la educación sanitaria, la prevención, y
políticos, etc.) quienes de algún modo reclaman servicios los beneficios directos e indirectos generados (ej.: costes
eficaces y eficientes46. Así pues, la demanda de la evalua- de productividad, medicamentos, servicios sociales, cri-
ción siempre determina un determinado sesgo u opción minalidad, etc.).
que es necesario tener que examinar críticamente.
4. Cómo se evalúa. Aunque es exigible una aproxima-
2. En quién se evalúa. En el ámbito de la salud mental ción cada vez más rigurosa en la evaluación de las inter-
éste es un parámetro importante. Mientras que en los pro- venciones y, como señalaremos al final del capítulos, basa-
da en evidencias, la evaluación de programas en salud
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