Page 325 - GUIA DE INTERVENCION FAMILAR EN LA ESQUIZOFRENIA
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multicéntrico realizado por Rummel-Kluge et al. (2006), en los servicios asistenciales de Alemania, Suiza y Austria.

Más recientemente, Bucci et al. (2016) señalan que la intervención familiar tiene que reflejar y ser más consistente
con los principios centrados en la recuperación y con “los valores”, y no dirigir su atención exclusivamente hacia
la reducción de recaídas o de reingresos hospitalarios.

El logro de metas personales relevantes para el usuario/a, el mensaje de esperanza y la mejora de los apoyos,
son factores determinantes en la recuperación del TMG y deberán ser especialmente considerados en el diseño
y desarrollo de las intervenciones familiares.

VIII.1.9 MODELO DE RECUPERACIÓN: PARADIGMAS ACTUALES

El término “paradigma”, del griego parádeigma (pa??de??µa), en la primera acepción que establece la RAE se
define como “ejemplo”. En la vida cotidiana, se utiliza para hacer referencia a algo que se toma como “modelo”.
En el campo de la ciencia, un paradigma es aquello que se acepta sin cuestionamientos y que suministra la
base y modelo para resolver problemas y avanzar en el conocimiento. Los cambios de paradigmas en el ámbito
científico se producen cuando dichos paradigmas no pueden satisfacer los requerimientos de una determinada
disciplina. Por ello, suelen generar cierta inquietud.

Esta aclaración previa, trata de contextualizar el título de este apartado. Hablar de paradigmas actuales para un
modelo de atención al TMG que ya goza de suficiente consideración como paradigma, resulta complejo. Por ello,
solo cabe una prudente aproximación. Cabría preguntarse, por ejemplo, en la línea señalada por Davidson et al.
(2005, 2007), si apoyar a las personas con TMG en el ejercicio de los derechos y responsabilidades de ciudadanía
es una condición previa para su recuperación, o solamente es una recompensa contingente y eventual a dicho
proceso de recuperación. Y, por tanto, si el paradigma de recuperación es lo que justifica y da sentido al pleno
acceso de la persona con TMG a su condición de ciudadano/a, o es “la ciudadanía” lo que verdaderamente
encuadra y fortalece el modelo de recuperación del TMG. Similares consideraciones, se podrían hacer para los
conceptos de ética y esperanza. En este apartado se desglosará:

       •	 Ética, ciudadanía y recuperación.

       •	 Recuperación y esperanza.

       •	 Conclusiones

VIII.1.9.1 ÉTICA, CIUDADANÍA Y RECUPERACIÓN

La atención a las personas con TMG basada en un modelo comunitario y multidimensional biopsico-social,
el desarrollo y configuración del campo de la rehabilitación psicosocial reforzado por los procesos de
desinstitucionalización psiquiátrica, el papel asignado a los usuarios/as y familiares en recomendaciones
estatales y supranacionales, y el impacto de los enfoques actuales de recuperación y empoderamiento, han
contribuido a una consideración especial de los aspectos éticos y de su relevancia para dichos enfoques.

En palabras de García Nieto (2007), el objetivo básico es: “ayudar a estas personas a reintegrarse en la comunidad
y a mejorar su funcionamiento general, de modo que puedan mantenerse en su entorno en unas condiciones
lo más normalizadas e independientes posibles”. Esta atención a la ética, que guiará la actuación profesional
deberá centrarse en conseguir el mayor beneficio para el paciente. Pero ello no puede conllevar la anulación de
su voluntad, ni la invasión de su intimidad. Los usuarios/as “también tienen derecho a equivocarse y a aprender
de sus errores”. Igualmente se ha ido extendiendo la implantación de servicios o comités específicos ético-
asistenciales, encargados de guiar e inspeccionar la atención de todos estos aspectos, incorporando los marcos
normativos y avances legislativos. Pero aún con todo ello, siguen existiendo algunos vacíos e interrogantes.

Por ejemplo, con relación a:

       •	 Cómo atender “éticamente” a poblaciones especialmente vulnerables: población infanto-juvenil o
             personas con TMG incapacitadas legalmente solo de forma parcial.

       •	 Cómo integrar el consentimiento informado por representación.

       •	 El propio ritmo de los avances legislativos, en ocasiones, superior a la posibilidad de su integración en
             los recursos asistenciales o sociosanitarios, frecuentemente limitados por deficiencias estructurales o
             por deficiencias en la dotación de recursos.

Se abren también otras interrogantes. Por ejemplo, cómo valorar adecuada y éticamente la competencia para
decidir. En este sentido, Plumed (2015) señala, que los principios éticos que deben guiar la actuación profesional;
beneficencia, nomaleficencia, autonomía y justicia, son imprescindibles, pero que también es preciso atender
a la especial vulnerabilidad de las personas con TMG, así como a la responsabilidad que los profesionales

Guía de intervención familiar en la esquizofrenia  325
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