Page 329 - GUIA DE INTERVENCION FAMILAR EN LA ESQUIZOFRENIA
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ordenes sociales. Ello ha sido abordado ampliamente desde el campo de la filosofía. Platón (427-347 A.C.) se
pronunciaba de esta forma: “Toda elección a bien alguno se dirige, que es aquello a lo cual se endereza la
ciencia de la República y cuál es el último bien de todos nuestros hechos”. Aristóteles (384-322 A.C.) en su Ética
a Nicómaco, señalaba la diferencia entre el buen y mal orden político, por sus éxitos o fracasos al permitir que
las personas “puedan llevar vidas prósperas”. Immanuel Kant (1724-1804), continuó la tradición de tratar a los
seres humanos como el verdadero fin de todas las actividades, señalando: “Por lo tanto actúen en cuanto a
tratar a la humanidad, ya sea en su propia persona o en la de otro, como un fin, nunca como medio solamente”.
Esta idea sobre la promoción del bien humano fue incluso considerada, por las estrictas doctrinas económicas
fuertemente orientadas al favorecimiento de la libre empresa e iniciativa privada. Así, por ejemplo, Adam Smith
(1723-1790) mostraba su preocupación respecto a que el desarrollo económico debería permitir a las personas
interactuar libremente con otros sin “avergonzarse de aparecer en público”. Un estilo similar, se reflejó en los
escritos de otros fundadores del pensamiento de la economía moderna: Robert Malthus, Karl Marx y John Stuart
Mill. Todo ello, condujo a la consolidación del paradigma del desarrollo humano como elemento clave para la
evolución adecuada y sostenible de las sociedades.

Esta evolución del pensamiento filosófico ha tenido una directa repercusión en el favorecimiento y desarrollo de
las organizaciones políticas y de los movimientos sociales, incorporando a la persona como objetivo principal y
centro de las políticas estatales. En dicho contexto, el enfoque de empoderamiento de usuarios/as, se ha nutrido
de estas aportaciones realizadas desde el campo de la filosofía.

VIII.2.2 ORÍGENES Y EXTENSIÓN DEL ENFOQUE DE EMPODERAMIENTO.

El origen más reciente del enfoque de empoderamiento se encuentra en la “educación popular” desarrollada
a finales de los años 60, tras las aportaciones realizadas por Freire (1967). Este enfoque participativo, se fue
ampliando por el desarrollo socioeconómico que tuvo lugar en los años 1970. Así, el empoderamiento se
conceptualizaba como: “Un proceso de reducción de la vulnerabilidad e incremento de las capacidades de los
sectores desfavorecidos y marginados, que conduce a promover entre ellos un desarrollo humano y sostenible”.

Aunque el empoderamiento es aplicable a todos los grupos sociales vulnerables, tanto su origen como su
aplicación práctica más extendida, se encuentra en el movimiento y colectivos de mujeres. El concepto, fue
propuesto específicamente a mediados de los años 1980 por el movimiento DAWN (Development Alternatives
with Women for a New Era), una red de grupos de mujeres e investigadoras del Norte y del Sur, para referirse
al “proceso por el cual las mujeres acceden al control de los recursos materiales y simbólicos, y refuerzan sus
capacidades y protagonismo en todos los ámbitos”. Desde este enfoque, el empoderamiento de las mujeres
abarca desde el cambio individual a la acción colectiva, e implica la alteración radical de las estructuras y procesos
que reproducen la posición subordinada de las mujeres como género.

El continuo desarrollo del movimiento de mujeres a nivel mundial, en orden a su empoderamiento, ha tenido
un importante impacto y repercusión posibilitando la creación de organismos específicos, y la elaboración
de estrategias y recomendaciones internacionales, plasmadas en documentos de amplio consenso. Así, por
ejemplo: Plataforma de Acción de Beijing (1981); Objetivos de Desarrollo del Milenio (2010-2015. Objetivo 3º:
“promover la igualdad entre los sexos y el empoderamiento de la mujer”); Creación de la Secretaría para el
Desarrollo y Empoderamiento de las Mujeres de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Este enfoque de empoderamiento ha ido ampliando su campo progresivamente. Y desde su aplicación inicial
por los colectivos de mujeres, se ha ido extendiendo a otros ámbitos y colectivos. A destacar: el campo de la
salud, el mundo empresarial, educativo, etc.

VIII.2.3. EMPODERAMIENTO EN EL ÁMBITO DE LA SALUD MENTAL.

Se detallará en este apartado:

       •	 Recomendaciones internacionales sobre empoderamiento.

       •	 Estrategias básicas de empoderamiento.

       •	 Medida del empoderamiento.

VIII.2 3.1 RECOMENDACIONES INTERNACIONALES SOBRE EMPODERAMIENTO.

En el Informe sobre Desarrollo Humano 2013, publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD) se señala: “A menos que las personas puedan participar de manera significativa en los eventos y procesos
que dan forma a sus vidas, los caminos del desarrollo humano nacional no serán deseables ni sostenibles. Las
personas deben poder influir en la formulación de políticas y resultados”. La Organización Mundial de la Salud
(OMS), en su documento base recogido en la IV Conferencia Internacional sobre Promoción de la Salud para
el Siglo XXI. Declaración de Yakarta (1997), aborda el concepto de “empoderamiento para la salud” realizando

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