Page 33 - GUIA DE INTERVENCION FAMILAR EN LA ESQUIZOFRENIA
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ambas de la apreciación que los familiares realizaban de la situación del paciente: Jackson et al. (1990); Scazufca
y Kuipers (1996). La capacidad de afrontamiento de los familiares de una persona con esquizofrenia estaría
influida por su apreciación de los síntomas del paciente, y por su confianza en poder manejar la situación,
distinguiendo entre la evaluación del grado de amenaza que supone y la consideración de la capacidad de
enfrentarse a ella (Barrowclough y Parle, 1997).
Se ha señalado, que la emoción expresada y carga familiar son procesos interactivos que conducen a un
frecuente círculo vicioso, en donde la conducta alterada y sintomatología del paciente aumenta la posibilidad
de que los familiares respondan con comunicaciones estresantes, que a su vez puede empeorar las conductas y
sintomatología del paciente (Mueser y Bellack, 1995)
Es escaso el acuerdo sobre los factores que determinan el grado de carga familiar. Las diferentes definiciones
de carga empleadas en los estudios realizados, así como las diferencias metodológicas entre ellos explican estas
discrepancias. En la revisión realizada por Lowyck et al. (2001) concluyen, que no es posible llegar a un consenso
sobre la influencia en la carga de variables como: el diagnóstico, los síntomas del paciente, la duración del
tratamiento, la duración de la hospitalización o el tipo de parentesco.
Aportaciones posteriores se han dirigido a ello, intentando determinar dichas variables y factores relacionados
con la sobrecarga familiar. Al respecto, Caqueo-Urizar et al. (2014). Los autores señalan la existencia de algunos
factores comunes relacionados con la sobrecarga, descritos en casi toda la literatura revisada. Entre ellos: nivel
de emoción expresada, estrés familiar, preocupaciones del cuidador, tipo de persona y parentesco, red social
de los cuidadores, grupo étnico y contexto sociocultural, situación económica y estrategias de afrontamiento.
Otros trabajos se han centrado en la carga experimentada por familiares de pacientes hospitalizados. Cabe
señalar a Weller et al. (2015). Los autores revisan:
• Los efectos de la hospitalización psiquiátrica en la carga de los cuidadores.
• Los efectos de dicha carga sobre los cuidadores a lo largo del tiempo, tras la hospitalización.
Para ello, los autores efectúan una revisión sistemática de los estudios más relevantes mediante búsquedas
múltiples en distintas bases de datos. Entre los efectos de la hospitalización en la carga familiar, se señala:
aumento de la angustia, estigma, impacto en la vida cotidiana, repercusiones en la salud general, impacto
económico y cambios relacionales tras la hospitalización. Aunque las reacciones negativas tras la hospitalización
puedan disminuir con el tiempo, la angustia puede seguir manteniéndose en niveles altos, en comparación
con la población general. No obstante, también se indica que los cuidadores pueden experimentar reacciones
heterogéneas a la hospitalización, tanto positivas como negativas. Concluyen, que los servicios asistenciales
deben incluir a los familiares en el tratamiento y planificación del alta hospitalaria, para mejorar la capacidad de
afrontamiento, durante y después de la hospitalización.
Esta dificultad en la conceptualización del constructo “carga” y de sus dimensiones ha sido tratada de forma
recurrente. Así, en la reciente revisión de Tamizi et al. (2019). Los autores, intentan extraer las características
principales del constructo para su operacionalización en la investigación. Como punto de partida señalan,
que el concepto de carga es un constructo multidimensional con dimensiones que comprenden: problemas
sociales, problemas emocionales y problemas económicos, así como las relaciones con el receptor de cuidado
y la escasez de tiempo. Sin embargo, hay poco acuerdo en cuáles son sus dimensiones principales o la forma
en que estas dimensiones se interrelacionan. Para ello, y como objetivos secundarios del trabajo estudian los
siguientes aspectos:
• La determinación de las dimensiones de la carga.
• La determinación de las atribuciones de la carga.
• La determinación de los antecedentes y consecuencias de la carga.
Realizan una revisión mediante búsquedas múltiples en diversas bases de datos. Corroboran la falta de claridad
en el concepto de la carga del cuidador familiar, y el uso alternativo de términos sustitutivos tales como: presión,
angustia, tensión, y desgaste. Concluyen finalmente, que los estudios revisados no contribuyen a aclarar este
constructo, cuáles son sus principales dimensiones, ni la forma en que se interrelacionan. Y que los resultados
de fiabilidad son escasamente significativos.
La asociación del nivel de carga con la sintomatología del paciente ha sido estudiada en aportaciones ya clásicas.
Así, por ejemplo, la asociación entre síntomas negativos y niveles más altos de carga familiar, produciéndose
una mayor carga objetiva a mayor severidad de síntomas negativos: Raj et al. (1991); Oldridge y Hughes (1992);
Provencher y Mueser (1997). También fue estudiado, cómo el tamaño de la red social del paciente correlacionaba
de forma inversa con la carga percibida por los familiares (Crotty y Kulys, 1986). En línea similar, otros estudios se
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